Nos Mudamos!

06/03/2011

 

Han sido 335 posts, más de 1.000 comentarios y casi 28.000 visitas. Todo, en tan solo un año de vida. En Marzo de 2010 nació Where NBA Happens y, ahora que ya es adulto, se marcha de casa para seguir creciendo.

El portal http://www.nbamaniacs.com/ acogerá desde este momento los artículos que hasta hoy se publicaban en este foro. El proyecto de Elio Martínez es, si no lo es ya, convertir a NBAmaniacs en el website de referencia de la NBA en castellano. Y a uno no solo le halaga que cuenten consigo para tal propósito, sino que, sobretodo, le seduce la ambición, la dedicación y la pasión por la NBA que este madrileño desprende por todos sus poros.

Se termina una etapa, sí. Pero empieza otra.

Y quiero que lo haga, más que de cualquier otra manera, agradeciendo infinitamente a todos los fieles seguidores que WNBAH ha tenido desde el principio, así como a los que se incorporaron después. Muchos desconocidos físicamente, pero ya dentro de mi corazón. Este foro nació de la nada y solo vosotros lo habéis hecho crecer y expandirse a través de vuestras lecturas y vuestra activa participación. Os invito a seguir leyéndome desde hoy mismo en  http://www.nbamaniacs.com/author/carles/ con la misma vehemencia y naturalidad con la que lo hacíais hasta ahora aquí, en este pequeño espacio que ya se ha hecho mayor.

Sin vosotros, todos vosotros, nada de esto habría sucedido.

WNBAH ha llegado, sea mucho o poco, hasta aquí. Pero como sucede con las células al principio de la vida humana, ahora necesita unirse para garantizar un crecimiento sano. Poco cambia: mismos artículos, misma pasión, distinto entorno.

No necesitaréis ni tan solo un minuto para daros cuenta que NBAmaniacs es un foro mucho más completo que lo que era WNBAH. Y en medio de todo ese emocionante conjunto de actualidad, información, vídeos, opiniones, historia y participación (Facebook y Twitter incluidos), estarán los artículos que hasta hoy solo aquí encontrabais. Los mismos sobre los que espero que sigáis opinando y participando. Los mismos sobre los que seguiré respondiéndoos.

No es un “adiós”, ni un “hasta pronto”. Es tan solo un “muchísimas gracias” y un “hasta ahora”. Coged las cosas que nos mudamos.

Carles Ortiz, Marzo de 2011


Pon Una Estrella En Tu Equipo

03/03/2011

 

Ya no hay dudas. Estos son tiempos en los que las franquicias NBA tratan de acumular tantas estrellas como el límite salarial les permita.

…Y después está George Karl. “Parece que la fórmula para ganar es tener a tres grandes jugadores. Pero, ¿porqué?. ¿Porqué no se puede ganar con 10 muy buenos jugadores? Quizá ninguno de ellos entre los cinco mejores en su posición, pero sí entre los mejores quince. ¿Porqué no tratar de jugar duro como equipo? ¿Porqué así no se puede ganar el anillo?”.

Bueno, si eres entrenador de Denver Nuggets, acabas de perder a tu estrella y no tienes más remedio que competir sin ella, uno puede entender la forma de pensar de Karl… o la de suplicar clemencia. Es un reto enorme para cualquier equipo y entrenador aspirar a un campeonato con un buen montón de muy buenos jugadores pero sin ninguna estrella. Pero la realidad, nos guste o no, es que son las estrellas las que ganan los títulos. Y eso no es nada nuevo.

Karl: Sin Melo, pero como Felton, con cuatro buenas nuevas piezas

Los Celtics dominaron los ’60 con Bill Russell, los Lakers los ’70 con Chamberlain y West, los Celtics de nuevo en los ’80 con un front line devastador, y los Bulls los ’90 con Jordan, Pippen y, más tarde, Rodman.

Los jugadores muy buenos raramente se juegan los tiros decisivos de los partidos y, aún en menos ocasiones, los anotan. Las estrellas sí lo hacen. La presencia de jugadores muy buenos no fuerza al entrenador rival a preparar estrategias específicas contra ellos. Contra las estrellas, sí.

Las superestrellas se han ganado esa etiqueta a pulso. Son peligrosas, se crecen en situaciones apretadas e, históricamente, ganan anillos. Es por ello que las franquicias las demandan, pues, en teoría, cuantas más tengas, más posibilidades tienes de llegar vivo al mes de Junio. Es simple, pero es así.

Hablando de superestrellas, ahí van las dos mejores

La romántica idea de un equipo formado por jugadores de nivel medio – alto compartiendo a partes iguales anotación y defensa hasta poder llegar a unas Finales, es cada vez más inalcanzable. Más en la NBA actual, la de más alto nivel, donde las estrellas de la Liga llegan a ella a menudo ya siendo estrellas de sus universidades / institutos. Y donde un equipo que quiera aspirar a algo grande, no puede renunciar a tener al menos una.

Vale el ejemplo de Atlanta. En los Hawks, la distancia entre su mejor jugador (Joe Johnson) y el cuarto mejor (Jamaal Crawford) no es demasiado grande, y eso que acaban de añadir a su roster a Kirk Hinrich, enésimo intento de éxito de la franquicia en su perenne talón de Aquiles, el puesto de pointguard. No es por casualidad que difícilmente estarán por encima de Magic, Bulls, Heat o Celtics, equipos todos ellos con, al menos, una superestrella.

¿Dónde clasificamos entonces al hasta ahora y de calle, mejor equipo de esta regular season? Pues depende. Se puede decir que les falta una superestrella, pero solo por definición. Tim Duncan, claramente en el ocaso estadístico en todas sus categorías, es como lo que fue Isiah Thomas en los Pistons al principio de la década de los ’90: Un jugador que un día fue el mejor de la NBA en su posición, pero que en sus últimos coletazos en la Liga todavía ofrece un rendimiento muy bueno. Sucede algo similar con Tony Parker, mientras que Manu Ginobili, nunca considerado uno de los mejores guards de la competición, está teniendo sin embargo la temporada de su vida. Añadamos a Richard Jefferson, George Hill y DeJuan Blair, y tratar de encontrar un equipo con unos mejores primeros seis jugadores que los de los Spurs será tarea más que complicada.

And we love the way you love Spurs

En la NBA (y en el baloncesto, por extensión), se puede ganar en la pintura, jugando a ritmo lento, a ritmo rápido, con la defensa, mediante triples… se puede ganar de un buen número de maneras distintas. Pero solo una vale para llegar a conseguir campeonatos: con estrellas. Así que mejor que George Karl no trate de buscar una respuesta a sus propias preguntas, y consiga acostumbrarse cuanto antes a jugar sin Carmelo Anthony y con un buen número de muy buenos jugadores.

Fueron muchas las críticas que recibió LeBron James el pasado verano de otras antiguas estrellas de la Liga cuando decidió cobrar menos pero jugar al lado de Dwayne Wade en Miami. Pero, por ejemplo, si Magic Johnson no hubiera jugado al lado de Kareem, Worthy o Cooper, y hubiera estado siete años llevando a su equipo en sus espaldas sin conseguir ningún anillo, ¿no hubiera hecho lo mismo? Considerando su deseo de ganar, seguro que sí.

El tiempo (y los anillos) darán o quitarán razones a los Heat

Basta ya de hipocresías. Los mismos entrenadores o jugadores (o GMs… o hasta fans) que se molestan cuando ven a grandes jugadores unir sus fuerzas en otras franquicias, estarían emocionados de recibir a esos mismos grandes jugadores en sus equipos. No nos olvidemos que todos los equipos querían a LeBron a principios del mes de Julio. Hasta los Cavaliers.


Tan Cerca, Tan Lejos

02/03/2011

 

John Kuester fue entrenador asistente en Cleveland. Pasó la mayor parte de su tiempo dibujando diagramas de jugadas para LeBron James y los Cavaliers. Eran tiempos en que la vida era sencilla o, al menos, más sencilla. Tom Thibodeau fue entrenador asistente en Boston. Tuvo el crédito de ser la principal cabeza pensante detrás del éxito defensivo que llevó a los Celtics al anillo de 2008. Por aquel entonces, Kuester y Thibodeau, eran considerados ya como entrenadores en potencia, assistants que merecían llevar ellos solos a su propio equipo.

Pero hoy las cosas son diferentes. Ambos entrenan a sus propios equipos en franquicias del Midwestern, sí. Al mando de organizaciones de la División Central con toneladas de tradición tras ellas. Kuester en su segunda temporada en Detroit, Thibodeau en su primera en Chicago. Dos entrenadores con un recorrido técnico meteórico similar, pero con una realidad bien distinta.

Kuester pasa por ser uno de los entrenadores con un trato más agradable. Un hombre educado e inteligente que siempre ha contado con el favor de los medios. Thibodeau es considerablemente más cerrado. Como ocurre con Kuester, vive por y para el baloncesto, pero a diferencia de él, el coach de los Bulls seguramente preferiría comer solo en una esquina oscura de un restaurante, a compartir mesa con desconocidos.

Motivos contínuos de desesperación para Kuester. Y lo que vendrá

La realidad de sus equipos también les separa. Los Pistons de Kuester son los más cercano a un desastre, mientras que los Bulls de Thibodeau han sobrepasado ya las expectativas más optimistas. Unos, 22 – 40, penúltimos de su División. Otros, 41 – 17, líderes sólidos de la misma.

John Kuester no consigue sacarse los problemas de encima. Los que le generan los medios locales, los fans de la Motown y hasta algunos de sus propios jugadores. Especialmente destacable es el caso del otrora jugador-referencia de los Pistons, Rip Hamilton, cuya relación con el entrenador le ha supuesto el banquillo primero y, supuestamente, la organización de una rebelión a bordo (que salpicó a 7 jugadores del roster de Detroit) en forma de incomparecencia a un entrenamiento de la semana pasada, después. También se ha informado que Hamilton insultó gravemente a Kuester durante una sesión práctica a principios de año, por lo que no es por casualidad que el jugador, hasta ayer mismo, solo hubiera jugado un partido desde el 10 de Enero.

Pero luego está el caso de Tom Thibodeau. Se dice que su relación con su jugador-franquicia, Derrick Rose, es más fuerte y sólida a cada día que pasa. Y el resto de compañeros le respetan sin excepción. Los Bulls comparten el balón y muestran cohesión en ataque, al tiempo que bajan el cuerpo y se sacrifican en defensa. De hecho, son uno de los pocos equipos que pueden decir que ya han ganado a los dos finalistas del año pasado, al menos una vez.

Thibodeau, en comunión con todos los miembros de su plantilla

¿Porqué entonces Kuester padece y Thibodeau florece? ¿Porqué parece que el cambio de entrenador en Detroit es cada día más inminente, mientras los Bulls parece que han encontrado el hombre que guíe el timón de la franquicia hacia próximos grandes objetivos en relativamente poco tiempo?. Seguramente, el talento del roster y unas buenas dosis de suerte en algunas decisiones jueguen su importante papel en la respuesta a este tipo de preguntas.

Aún así, contratar a un entrenador que debuta como tal en la NBA siempre es un tiro al aire. No existe una fórmula mágica o un método científicamente probado que resulte infalible en cuanto a rendimiento y éxito deportivo. Quizá tan solo se trate de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Y con la filosofía correcta o, sobretodo, la personalidad óptima para la plantilla. Sin duda, Kuester y Thibodeau, pueden dar buena cuenta de ello.


Poco Ruido Y Muchas Nueces

01/03/2011

 

Las victorias de algunos otros resuenan más. Pero, a excepción de los sólidos líderes de lo que va de regular season, ningún equipo gana con más eficiencia que los Dallas Mavericks.

Empecemos primero por situar a los Mavs:

> 43 – 16. Sí, seis partidos por detrás de San Antonio, pero con mejor porcentaje de victorias que los fuertemente publicitados por todos Heat, Lakers o Bulls. Solo los Celtics se unen a Dallas por detrás de los Spurs.

> 40 – 7 cuando tanto Dirk Nowitzki como Tyson Chandler están en pista. Lo que sugiere que cuando Dallas tiene a todos sus efectivos son, al menos, tan buenos como los Spurs que, hasta ayer mismo, tras la lesión de Tony Parker que le dejará de dos a cuatro semanas fuera, se habían librado de lesiones importantes.

> 16 – 1 en sus últimos 17 partidos, y 9 – 1 en sus últimos 10 encuentros a domicilio. Ese logro fuera de casa solo lo tienen a fecha de hoy también los Spurs.

¿Quizá el mejor cuatro – cinco de la Liga?

Y ahora, pensemos hasta dónde pueden llegar:

Los Mavs siguen prosperando al tiempo que tratan de integran en el roster a dos nuevos titulares (Peja Stojakovic y Rodrigue Beaubois), mientras el calendario les suministra rivales de inferior nivel. El pasado fin de semana, Dallas tomó buena cuenta de Washington y Toronto en un back-to-back a domicilio en el que anotaron más de 100 puntos por partido en ambos enfrentamientos. Y cuando eso sucede, el balance de los Mavs se sitúa en un excelso 32 – 2 esta temporada.

Y lo que viene ahora es otra serie de damnificados que en unos días habrán pasado a ser nuevas víctimas de Dallas Mavericks: Hoy en Philadelphia, en casa ante Pacers y Grizzlies, y una salida a Minnesota donde lo que más debe preocupar es el frío o no perderse el enésimo doble-doble de Kevin Love. Cuatro rivales que acumulan un balance de 103 – 135 y que, aunque sin desmerecer a unos Sixers, Pacers o Grizzlies que luchan por la séptima plaza de ambas Conferencias, deben significar no otra cosa que el hecho de que Dallas acumule de nuevo 10 victorias consecutivas.

Casi 10ppg y la misma muñeca de siempre la de Peja

Después de eso, a partir del 9 de Marzo, el camino se vuelve un poco más bacheado, visitando New Orleans o recibiendo en el American Airlines Center a Knicks y Lakers, por ese orden. Pero primero lo primero o, en este caso, primero estos cuatro próximos partidos.

Algunos pueden decir que la victoria del pasado fin de semana en D.C. (99 – 105) tuvo una buena dosis de suerte; pero, ¿es realmente suerte que, desde que Rick Carlisle se hiciera cargo del equipo ahora va a hacer ya tres temporadas, los Mavs presenten un impresionante balance de 51 – 18 en partidos decididos por cinco o menos puntos de diferencia?

Carlisle: 148 – 75 (66.4%) en dos temporadas y media en Dallas

Otro objeto constante de crítica a los tejanos es que pueden marcharse de 20 puntos en muchos de sus encuentros pero que no saben mantener tal diferencia. Es cierto que, hasta ahora, ninguna de las 43 victorias que acumulan los Mavs en esta regular season se ha producido por 20 o más puntos de diferencia pero, teniendo en cuenta que, sin querer cebarme en ellos por ningún motivo en especial, los Wizards sí acumulan ya dos (en sus solo 15 victorias) por ese margen, ¿qué importancia tiene en realidad este aspecto?

Por lo pronto, lo único que importa es cerrar los cuatro partidos que vienen antes del 9 de Marzo con cuatro victorias, tanto para acercarse a los hasta ahora intocables Spurs (que, sin Tony Parker, recibirán en los cuatro próximos partidos a Heat o Lakers) como, sobretodo, para tratar de asegurar lo máximo posible la segunda plaza del Western para cuando empiecen los playoffs.

Si no la mejor, esta es la temporada más relevante de Chandler

La clasificación no engaña, ni tampoco el calendario más próximo de los Mavericks. Puede que, por fin, sigilosamente, Dallas consiga hacer una post-temporada del nivel de la temporada regular. 3 a 1 a que sí.