London Calling

17/09/2010

 

Dieciséis años después de la conquista del último oro en un Mundial para Estados Unidos, la pregunta a formular a Jerry Colangelo (Director de la USA Basketball) era obvia. Con cuál te quedas, el Oro de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 o el del Mundial de Turquía 2010? Comprometedora cuestión a responder con evasivos argumentos.

Lo verdaderamente importante es que el prestigio del Team USA está plenamente recuperado. Estados Unidos vuelve a ser el rival contra el que el resto de selecciones del mundo miden su nivel. Estándar de compromiso, sacrificio y victoria, como era antes. En tan solo cinco años, Mike Krzyzewski y Jerry Colangelo han sabido reconstruir un programa que se hundía sin compasión antes de su llegada. Jugar para Estados Unidos vuelve a ser motivador para los jugadores NBA, un plus y no un problema que quitarse de encima. Un hecho lo demuestra ahora: hay docenas de jugadores haciendo cola para poder ponerse su uniforme.

Coach K & Colangelo tienen todavía importantes decisiones que tomar

Pero en el deporte profesional, el éxito (como el fracaso) es efímero; y ahora Colangelo se encuentra con un nuevo (y dulce) dilema. Mientras que no hace tanto tiempo tuvo que luchar para poder juntar a un roster de garantías que quisieran defender al país, ahora puede y debe elegir entre una amplia lista de talentosos jugadores, todos ellos deseosos de involucrarse. En menos de dos años llegan los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres, y los americanos son, hoy por hoy, el único equipo ya clasificado.

No hay duda que a todos y cada uno de los recientes Campeones del Mundo en Turquía les apetecería estar en el roster definitivo para el verano de 2012. Pero resulta que a los del de 2008 también. Overbooking. Justo después de la consecución del oro en el Mundial el pasado domingo, algunos mensajes de texto llegaron a miembros del staff de la USA Basketball, incluyendo a Colangelo. Entre ellos, el de Carmelo Anthony o Deron Williams. El contenido? “Felicidades”. Entre líneas? “No te olvides de mi”.

Jerry Colangelo sabe leer entre líneas. Hay que asumir ahora ya que el equipo para Londres’12 será una combinación de las plantillas de 2008 y 2010. La parte mala es que habrá miembros del equipo campeón olímpico que no tendrán la posibilidad de defender medalla en Londres, así como recientemente eufóricos integrantes del nuevo equipo campeón del mundo que sentirán una fría decepción al verse fuera del roster de 2012. La parte buena es que el programa diseñado por Colangelo para la USA Basketball funciona a pleno rendimiento, con (como mínimo) más de 30 jugadores NBA muy sólidos, que no tienen porque competir en cada evento.

Que salude el responsable del éxito de la USA Basketball, por favor

De lo que se trata al final, es de encontrar a jugadores que sean capaces de dejar sus egos y protagonismos en sus franquicias aparte, por el bien común. Pasó en 2008 y ha vuelto a pasar en 2010. Aún así, preguntado por el rendimiento de algunos de los jugadores que acaban de ganar el Mundial de Turquía, Colangelo daba algunas pistas interesantes: sus principales elogios se los llevaron Lamar Odom (“Ha añadido un liderazgo muy valioso desde su veteranía, con un fantástico trabajo ante los hombres grandes de los rivales”), Russell Westbrook (“Sensacional. Su energía es algo de lo que todos debemos aprender”) y André Iguodala (“Ha anulado a cualquier rival en cualquier situación”). Sin olvidarse de Durant (“Bien… Durant es el referente, el equipo entero”).

Así que aquí va una predicción de lo que, según este foro, será la configuración definitiva del Team USA de cara a los Juegos Olímpicos de Londres en 2012:

Dwayne Wade, G: Tendrá ya 30 años cuando se inicien los Juegos Olímpicos y su ya magullado cuerpo tendrá que soportar hasta entonces dos intensas post-temporadas con Miami. Pero si él quiere, un puesto es suyo. No en vano, fue el mejor jugador americano en Pekín’08.

Kobe Bryant, G: Muchos de los miembros del roster del 2010 (incluido Durant) comentaron públicamente como la ética de trabajo de Bryant en 2008 con la USA Basketball les había influenciado positivamente. Este tipo de impacto en las grandes estrellas que están por venir (Durant ya ha llegado), así como las heroicidades en partidos apretados de las que Bryant es un maestro, le aseguran una taquilla en el vestuario de 2012.

Tras ver el Mundial cómodamente desde su casa, a Kobe se le espera para Londres’12. Cinco anillos y un oro olímpico. Quiere más

Chris Paul, G: La retirada de Jason Kidd de la USA Basketball deja a Estados Unidos con la necesidad de un playmaker. Apuntad a Paul para cubrir ese vacío.

Deron Williams, G: D-Will sabe cómo hacer funcionar los sistemas ofensivos de forma estructurada. Sin duda no es tant explosivo como Derrick Rose, pero tira mucho mejor y su juego se puede adaptar mejor a las diferentes situaciones que se pueden dar en un partido. Quizá Chauncey Billups pueda ser la mayor competencia para Williams de cara a 2012, pero para entonces Mr. Big Shot estará a punto de cumplir los 36.

Russell Westbrook, G: Se lo ha ganado. Al staff de Estados Unidos les encanta la habilidad de Westbrook de cambiar el ritmo de los partidos con su intensidad (ofensiva y defensiva), su velocidad y sus condiciones atléticas. Puede ocupar de forma óptima tanto el puesto de base/escolta titular como capitanear de forma efectiva la segunda unidad.

LeBron James, F: Te guste o no, no puedes dejar al dos veces consecutivas MVP de la NBA fuera de la lista. Sobretodo si se llama LeBron James. Su brutal juego de ataque en transición va a ayudar mucho, pero su portentoso e inigualable físico encaja también a la perfección con la nueva mentalidad defensiva de los norteamericanos.

LBJ volverá a vestir el uniforme de su país dentro de menos de 2 años

André Iguodala, F: A Iggy se le asignó el rol en este 2010 de ser el mejor stopper defensivo del mejor jugador del rival. Y lo ha cubrido sacando matrícula de honor a base de sacrificio y dedicación. Admirable para un jugador de su peso en su franquicia. Tendrá pocos minutos en 2012, pero se quedará con un puesto.

Carmelo Anthony, F: Una de las principales razones por la que Estados Unidos se llevó el último oro olímpico fue la versatilidad que ofrece Anthony. Melo puede jugar (bien) de hecho en cualquiera de las posiciones de forward. Para 2012 tendremos a un todavía mejor Carmelo, así que su billete está asegurado.

Chris Bosh, F: El tercero de los nuevos Three Amigos estará en Londres también. Bosh es el perfecto big man para el Team USA. Puede jugar tanto de cuatro como de cinco y su buena muñeca desde el perímetro mantendrá bien alejados de la canasta a sus defensores. Además, tras sus dos primeros años en Miami, seguro que ya estará más que acostumbrado a compartir (a la baja) balones con sus compañeros…

Kevin Durant, F: Jerry Colangelo y compañía (tu, yo, sus compañeros… el mundo!) han quedado impresionados con las habilidades anotadoras de este chico. Pero más todavía con su actitud y madurez en un jugador de tan solo 21 años. Será la elección #1 de cara al 2012… y más allá.

Oro y MVP del pasado Mundial es solo el principio del palmarés de KD

Lamar Odom, F/C: Quizá sea este el puesto más difícil de predecir. Brook y Robin López, Tyson Chandler, David Lee y hasta quizá Amaré Stoudemire tratarán de estar dentro también, pero de inicio Odom es más que bienvenido por su versatilidad y por haberle sacado las castañas del fuego a la USA Basketball en el juego por dentro en este último Mundial.

Dwight Howard, C: Puede parecer que Estados Unidos no ha echado de menos a Superman debajo del aro en Turquía… pero sí lo ha hecho. La sola presencia de Howard en la pintura otorga el control de la misma a su equipo y además su juego físico e intimidatorio suele corregir los errores que sus compañeros cometan en el tiro y en defensa. Es un fijo.

Cómo lo veis? Quién falta? Quién sobra?. Se abre la veda.


3 Segundos En Munich

08/09/2010

 

1972. Munich. Final Olímpica entre la ex-Unión Soviética y Estados Unidos. Sin duda, uno de los momentos más dramáticos y controvertidos de la historia del deporte mundial. Con 50 – 49 para los americanos a falta de tres segundos, los árbitros dan hasta tres oportunidades a los rusos de poner el balón en juego. A la tercera, ejecutan un pase de campo a campo que permite a los soviéticos anotar una canasta sencilla debajo del aro que pone el 50 – 51 definitivo, da el oro a la URSS y se lo quita a Estados Unidos por primera vez en unos Juegos Olímpicos desde 1936. La USA Basketball considera injusto lo ocurrido y no comparecen a la ceremonia de entrega de medallas ni nunca jamás recogen la correspondiente medalla de plata.

Justo 38 años después (día por día) de aquella infame decisión arbitral, mañana Rusia y Estados Unidos vuelven a encontrarse en los cuartos de final del Campeonato del Mundo de Turquía. Alguien da más? Sí. Porque hay alguien que cree que lo sucedido aquel 9 de Septiembre de 1972 en el Rudi-Sedlmayer-Halle de Munich no fue injusto, sino lo correcto. “Como americano odio decir esto, pero parece que los rusos estaban en lo cierto. Estados Unidos no fue engañada en aquel partido. Pasaron cosas divertidas, pero en realidad fue justo. Fue justo”, ha declarado David Blatt a TrueHoop.

Resulta que David Blatt, norteamericano (nacido en Boston, MA, en 1959 y declarado seguidor Celtic), y con una amplísima y exitosa carrera como entrenador en Europa (por equipos y como seleccionador nacional), es el entrenador de la selección rusa.

Ooops!, pero este hombre está loco?… A alguien se le ocurre una manera peor de enfurecer a los americanos antes del partido? Y además por un compatriota? Mejor que nos vayamos abrochando los cinturones.

Dos imágenes del coach americano de los rusos, del último partido de éstos, el de octavos de final ante Nueva Zelanda

Mañana saltará a la pista un equipo americano formado por jugadores NBA. La mayoría jóvenes esta vez, pero NBA. Entonces, en 1972, la USA Basketball enviaba a chicos de nivel universitario, todavía no profesionales. Aquel equipo estaba liderado por Doug Collins (sí, el actual entrenador de los Sixers) y Paul Westphal (coach de los Kings). El entrenador era el legendario Henry Iba que, al igual que hoy en día hace Mike Krzyzewski, quería que sus chicos ganaran los partidos gracias a una intensa defensa. Bill Walton era la ausencia más destacada de aquel Team USA, pues los médicos americanos le habían recomendado que se tomara un descanso aquel verano debido a sus continuos problemas en las rodillas. Por su parte, la ex-Unión Soviética presentaba un equipo completamente profesional, formado en gran parte por militares que habían jugado más de 400 partidos juntos.

A pesar de la inmaculada colección de victorias que los de Henry Iba habían acumulado en el torneo olímpico, la final fue un partido controlado por los rusos, que lideraban el marcador por cinco puntos de ventaja en el descanso y por diez al inicio del último periodo. Con menos de 10 segundos para finalizar el encuentro, 48 – 49 URSS y posesión para los soviéticos, un jovencísimo Doug Collins roba un balón y es objeto de una falta personal cuya transformación de los dos tiros libres (los dos tiros libres con más presión que uno se pueda imaginar) pone el 50 – 49 para Estados Unidos a falta de los famosos tres últimos segundos.

Los rusos ponen el balón rápidamente en juego con el reloj marcando un solo segundo para acabar el partido, pero los árbitros lo paran, alegando que el entrenador soviético había pedido tiempo muerto entre el primer y segundo tiro libre de Collins. Nunca se ha sabido si eso era cierto. Así que deciden poner el reloj de nuevo en los tres segundos que quedaban y dar a Rusia una segunda oportunidad. Éstos ponen de nuevo el balón en juego y no consiguen anotar. Los americanos celebran la sufrida victoria quizá con más alivio que alegría (desde los Juegos de 1936 siempre se habían llevado el oro en baloncesto), hasta que de nuevo los árbitros hacen repetir el saque alegando que el reloj no había sido ajustado a los ya eternos tres segundos antes del saque de fondo. En la definitiva tercera oportunidad, Alexander Belov vuela más alto que sus rivales, coge el pase de campo a campo de su compañero y anota debajo del aro la canasta con la que, entonces sí, termina el partido.

En el siguiente vídeo puede verse perfectamente cómo se desarrollaron los acontecimientos. Corresponde a un documental de una TV holandesa al respecto, pero a pesar del idioma de la narración y los subtítulos, la calidad de las imágenes no generan ninguna duda sobre lo ocurrido:

A nadie se le puede escapar que el cuándo (1972, en plena Guerra Fría entre ambas naciones, las más poderosas del mundo en aquel momento de la historia) y el dónde (Munich, situada en la entonces Alemania de Este, controlada por el bloque soviético) llenaron de implicaciones políticas a más alta esfera aquella final. Sea o no sea justo lo ocurrido en aquellos últimos tres segundos, los hechos dividieron a la comunidad internacional del baloncesto desde aquel preciso instante.

Mañana jueves, también 9 de Septiembre pero 38 años después, los equipos y las circunstancias serán completamente distintas. Pero los fantasmas de aquel histórico partido de 1972 sobrevolarán por encima de las cabezas de más de uno en el Sinan Erdem Dome de Estambul.

PD: Todavía alucinado por el nivel e intensidad del Argentina v Brasil de ayer.


Por El Buen Camino

07/09/2010

 

Es imposible encontrarse con un Estados Unidos v Angola y no acordarse de Charles Barkley. “El Gordo”, en la rueda de prensa previa al esperadísimo debut del Dream Team en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, también ante los africanos, declaró literalmente: “I don’t know anything about Angola, but I know they’re in trouble”. Estaba en lo cierto Barkley, sobretodo después del codazo que le soltó al jugador más delgadito de los angoleños en la aplastante victoria (116 – 48), con parcial 46 – 1 incluido, con la que se inicio el camino a aquel histórico oro.

Han pasado 18 años y por el camino se han perdido 13 puntos de diferencia. De aquellos 68 a los 55 de ayer (121 – 66). De pachanga “solteros contra casados” se podría catalogar el partido de ayer de octavos de final entre americanos y africanos… pero solo si no se ha visto. Si se pudo ver, uno puede hasta sentirse impresionado por el comportamiento de los de Mike Krzyzewski que, a pesar de la evidente debilidad del rival, se empeñaron en corregir muchos de los errores que se habían cometido en la fase clasificatoria del torneo.

Spike Lee, knickerbocker y fiel seguidor de la USA Basketball. Estuvo en Barcelona’92 y ya está en Turquía para seguir a los suyos

Porque antes de poder ganar un Campeonato de Mundo, Estados Unidos necesitaba empezar a sentirse como un equipo campeón, y ayer olía a Beijing’08 en la actitud defensiva y, por primera vez, ofensiva del Team USA. 33 – 13 al final del primer periodo con el entusiasmo que corresponde para un equipo cuya media de edad está en los 23 años. En lo defensivo, muy bien, gracias. Como muestra el 5 de 18 en tiros de campo de Angola en los primeros 10 minutos, lo que propició 14 puntos fáciles en contraataque para los americanos. No hay dudas al respecto de que la energía defensiva siempre ha estado ahí en este combinado.

Porque además, la mayor y más significativa diferencia en el juego de Estados Unidos de ayer con respecto de los cinco primeros encuentros estuvo en el aspecto ofensivo. Vimos por fin la más brillante actuación en ataque de la USA Basketball desde que empezó en Mini-Camp de Las Vegas hace ya más de siete semanas. Y la clave estuvo (cómo no) en el hasta ahora casi inexistente movimiento del balón, tanto ante defensa individual como zonal. El resultado de esto son 30 asistencias para 41 tiros de campo anotados (8 para 23, por ejemplo, ante Brasil), sin duda el mejor acumulado de todos los partidos hasta ahora disputados (incluyendo las cinco exhibiciones previas al campeonato). Baste con decir que 10 de los 12 jugadores registraron al menos un pase de canasta en el partido de ayer, con Rose y Westbrook (6) por encima del resto.

Defensa, ataque y protección del balón: tres acciones de Rudy Gay símbolo de la mejora americana. Su mejor partido (17p en 17m) 

Porque también se vio corregida otra de las grandes lacras por las que los de Mike Krzyzewski venían siendo conocidos: las innumerables pérdidas del balón. Ayer ante Angola, cuidar este aspecto significó perder solo 5 balones cuando la media estaba en 17 pérdidas por partido en los cinco partidos clasificatorios del grupo D. Se trataba de tomar menos riesgos, prestar más atención en la ejecución del primer paso (permitido allí, no aquí) y evitar los excesos en la penetración a canasta que había sido un grave problema en los anteriores encuentros. Buen trabajo, coach.

Buen trabajo de Mike Krzyzewski y todo su staff en los últimos días

Hay más. Ahora que es cuando empieza el Campeonato del Mundo de verdad, vienen muchas mejores defensas (empezando por la rusa este próximo jueves), así que estar atinado con el tiro exterior puede ayudar a ganar los partidos. Estados Unidos venía promediando casi 9 triples convertidos por partido ante Croacia, Eslovenia, Brasil, Irán y Túnez. Ayer, ante Angola, 18 de 38 (47.4%) en tiros de larga distancia, a uno del record absoluto de la USA Basketball en un Mundial. Mención especial merece Chauncey Billups. El base de los Denver Nuggets está fuera de su posición natural en este equipo y eso todos lo sabemos y algunos hasta lo compartimos. Mike Krzyzewski pensó en no desaprovechar el talento de Derrick Rose para la posición de base y reciclar a Billups al puesto de dos para poder aprovechar las condiciones de gran tirador de Mr. Big Shot. Nunca mejor dicho hasta ahora el tiro había salido por la culata pues el 4 de 19 en triples de Billups en la fase previa resultaba decepcionante… tanto como para que Coach K se planteara sentarlo de inicio en beneficio de Eric Gordon. Al final el quinteto fue el mismo contra Angola, pero con un Chauncey muy distinto. El 5 de 7 de ayer en tiros de tres de Billups pone las cosas de nuevo en su sitio y alimenta el optimismo de los norteamericanos (y la confianza del jugador) de cara a las constantes defensas zonales que se encontrarán en los (como máximo) tres partidos que les quedan. Eric Gordon (5 de 6 en triples ayer y 9 de 13 en los dos últimos partidos) también ayuda en este sentido.

Billups & Gordon: 10 triples y 36 puntos entre ambos ante Angola

Más aún, porque el Team USA llega descansado a la fase decisiva del torneo. Tres días sin partido precedieron al encuentro de ayer contra los africanos, en el que ninguno de los jugadores estuvo en pista más de 21 minutos y cuatro de los cinco titulares jugaron menos de 20. Son jóvenes y son buenos. Esto estaba ya claro. Pero llegan con el nivel de esfuerzo, la energía y el entusiasmo justo (ni hoy ni mañana tampoco juegan) para afrontar las tres últimas finales hasta poder conseguir el trofeo y la medalla que simbolizan el único motivo por el que se vinieron a Turquía.

Porque, finalmente, las declaraciones post-partido del entrenador y muchos de sus jugadores demuestran un claro cambio de mentalidad. El formato del torneo una vez llegados a los cruces les permite meter en sus cabezas un objetivo claro y mucho más adaptado a la realidad del sistema de competición de playoffs que se juega en Estados Unidos: desde octavos hasta ser campeones del mundo se trata de conseguir un 4 – 0. Como en los playoffs pero sin fallos. Faltan ahora ya solo 3 victorias.

Durant, Billups y Rose: titulares descansados y comprometidos

Así que bien, de acuerdo, Angola no es el rival deseado (aunque dejó fuera a Alemania en su grupo, su juego basado en el uno contra uno favorece la defensa americana) para medir el verdadero potencial de la selección norteamericana que todavía tendrá que demostrar que puede parar los estudiados sistemas ofensivos de Rusia (floja y poco ordenada ante Nueva Zelanda, según mi amigo Bernat) primero y, sobretodo, de Lituania o Argentina después; pero si a la lista de cosas que se han mejorado que incluye este post, le añadimos las que ya se venían haciendo bien y el talento sobrenatural de la mayoría de integrantes del roster de Mike Krzyzewski, podemos concluir, por primera vez en este campeonato, que las cosas empiezan a ir por el buen camino. Todavía estamos a tiempo.


La Nueva Cara De Un País

23/07/2010

 

El entrenador de la selección norteamericana de baloncesto, Mike Krzyzewski, dice de él que es el único jugador con el puesto garantizado para formar parte de los 12 elegidos finales que formarán parte del roster de Estados Unidos de cara al Mundial de Turquía de este verano. El presidente de la USA Basketball, Jerry Colangelo, comenta que él será la cara del equipo americano durante todo este verano… Kevin Durant no dice nada de todo eso.

Solo soy uno de los jugadores que va a intentar ayudar a traer el oro de vuelta a los Estados Unidos. Es un sueño que tengo desde que soy pequeño”. Un sueño desde luego, pues es difícil que recuerde la última vez que la selección norteamericana se llevó el oro en un Mundial. Fue en 1994 en Canada y Durant tenía solo 5 años.

Durant, centro de atención informativo constante en Las Vegas

Confirmadas las bajas de Amar’e Stoudemire, Robin López y David Lee de la selección inicial, solo Lamar Odom cuenta con alguna experiencia de representación nacional en algún evento mundial. Fue en las Olimpiadas de Atenas en 2004, donde Estado Unidos se llevó la medalla de bronce. No se podría decir lo mismo si el staff de la USA Basketball hubiera decidido llevarse a Kevin Durant a los Juegos Olímpicos de Beijing, cuatro años más tarde. Se cayó de la lista de 12 definitiva a última hora, cuando su nombre, el de Tyson Chandler (también en esta selección previa de 2010) y Tayshaun Prince (entonces el finalmente elegido) se jugaban la última plaza del Redeem Team. Kevin Durant, que con este lleva cuatro veranos consecutivos trabajando en el Summer Camp de Las Vegas para la selección estadounidense, tuvo que ver como sus compañeros se llevaban el oro de Beijing por televisión. Inmediatamente después de aquello, los medios ya apuntaban a que Durant sería uno de los mejores jugadores de la Liga y el jugador sobre el que construir a su alrededor el próximo equipo nacional.

Kevin Durant (21 años) es el chico que se acaba de convertir en el jugador más joven de la historia de la NBA en comandar la lista de máximos anotadores en regular season (30.1ppg). También es el que anotó 25 o más puntos en 29 partidos consecutivos, algo que ningún jugador en activo de la Liga puede ni tan solo soñar. También es Kevin Durant el protagonista de la memorable actuación en la pasada primera ronda de los últimos playoffs, en la que hizo retumbar el vestuario de Phil Jackson, vibrar a toda una ciudad como Oklahoma City y estuvo a punto de forzar el Game 7 a los dos veces consecutivas campeones Los Angeles Lakers… y mientras LeBron James se reunía con seis franquicias NBA para ver quien era el mejor postor, mantenía en vilo a todo un país y anunciaba su decisión a través de un programa especial en la ESPN, Kevin Durant hacía saber que había renovado con los Thunder vía un pequeño mensaje en Twitter. Ese también es Kevin Durant.

Sobre KD brilla la luz que guía el camino de USA en el próximo Mundial

KD es sin duda el único pilar fiable de esta selección norteamericana pero hasta ahora no puede poner demasiada experiencia internacional sobre la mesa. El pasaporte de Durant solo tiene tres sellos: uno de Canada, otro de un viaje a Paris que hizo a los 16 años para participar en el Nike All-Star Game, y el tercero, el pasado verano, de un viaje a China para promocionar las zapatillas que llevan su nombre. Así que si se le preguntara por el ambiente más hostil en el que ha jugado, seguramente debería hacer referencia a alguno de su época de college en Texas. Y es que mientras en Tokio (2006) y Beijing (2008) los americanos eran continuamente recibidos entre aplausos e idolatración, todo lo contrario sucederá este verano en Turquía. Ese será otro importante desafío de los estadounidenses, con Durant a la cabeza.

Además este año, en vez de disponer la USA Basketball de una plantilla con demasiadas superestrellas como para ponerlas a todas en el quinteto titular como en 2008 (donde Dwayne Wade era el sexto hombre), los americanos solo podrán contar con un jugador al que se le pueda poner ese apelativo. Es el gran reto de Kevin Durant: volver a casa el 12 de Septiembre con la medalla de oro colgando de su cuello. Todo un país pendiente. Salvo nueva calamidad, así será.


A Falta De Compromiso, Bueno Es El Nuevo Talento

13/07/2010

 

Jugando a ser entrenadores, supongamos que tenemos en las manos a este inigualable roster: en el puesto de base contamos con los (hasta el inicio de los pasados playoffs) considerados dos mejores bases del mundo, Chris Paul y Deron Williams, más Jason Kidd para algunos momentos puntuales que requieren de las más sabias decisiones. El elenco de los aleros que tenemos en nuestro equipo no tiene desperdicio, pues está formado por LeBron James y Kobe Bryant en el quinteto titular, pero con un número de minutos similar al de “suplentes” como Dwayne Wade o Carmelo Anthony. Si se diera el caso, también, que pudiéramos necesitar un alto porcentaje de tiro exterior o más defensa, sacaríamos a Michael Redd o Tayshaun Prince. En el juego interior tampoco tendríamos rival, pues pondríamos a Dwight Howard de inicio para intimidar, pero siempre contando con la calidad de fundamentos de Chris Bosh o la garra no exenta de efectividad de Carlos Boozer.

No es un sueño. Estos doce jugadores fueron dirigidos hace menos de dos años por el Coach K, Mike Krzyzewski, en lo que los americanos llamaron Redemption Team (ó Redeem Team). La idea era reconquistar el mundo del baloncesto (vía Juegos Olímpicos de Pekín 2008) tras el varapalo que se llevaron los yankees en los de Atenas 2004. En líneas generales, y a pesar de que en la final España los tuvo durante todo el partido contra las cuerdas, la cosa salió bien y las estrellas se volvieron para casa con el oro.

2008 Beijing Olympics: USA Reedem Team roster

La noticia es que Jerry Colangelo, manager de la USA Basketball, ha confirmado que ninguno de esos 12 jugadores repite de cara al Campeonato del Mundo de baloncesto de Turquía que empieza el próximo 28 de Agosto. Ni uno solo. Revancha, redención… esos eran los conceptos clave sobre los que pivotaba la voluntad de esos jugadores de restablecer el orden natural de las cosas y llevarse de nuevo la medalla de oro. Por ello sorprende que den el trabajo por realizado cuando, en realidad, está todavía a medio hacer. La competición más importante a nivel mundial de baloncesto (junto con los Juegos Olímpicos) que empieza a finales de este verano, que yo sepa, no la defenderá Estados Unidos. Lo hará España, que salió campeona del último Mundial disputado en 2006 en Japón. Los yankees sólo pudieron ser terceros tras perder de seis contra Grecia en semifinales; lo que marcó quizá, tras lo sucedido en Atenas 2004, el punto de inflexión más importante en la historia del baloncesto americano.

Porqué no sienten ahora esos jugadores ganas de revancha, de redención, de restablecer, de nuevo, el orden natural de las cosas? A esa lógica pregunta respondió Colangelo hace solo un par de días. Veamos: Wade, Bosh & James? Demasiado atareados con su traspaso (y Flash con su proceso de divorcio recién finalizado). Boozer acaba de cambiar de equipo. Anthony no ha sido agente libre pero, claro, se acaba de casar. Bryant ha jugado lesionado en los playoffs y necesita descanso. Paul está volviendo de una lesión de rodilla. Williams parece que tiene un problema familiar. Kidd, Redd y Prince ya no tienen el nivel y de Howard nada se sabe. Dejando de lado a Bryant y Paul (más los tres lógicamente descartados por bajón en su rendimiento de 2008 a 2010), trato de encontrar alguna razón para su descarte que me convenza… sin suerte. Es imposible, no lo consigo. No sería más honesto por parte de Colangelo y toda la USA Basketball decir la verdad sin tapujos (que se han borrado) o con algunos de ellos (que no les apetece). A quién quieren engañar? Dónde está ahora el espíritu de redención por el que se guiaba la selección norteamericana hace menos de dos años si tampoco son los campeones del mundo en la actualidad? Habrá que seguir buscando respuestas.

Dos grandes ausencias. Dos distintos motivos

Justo ahora que muchos mass media en Estados Unidos se cuestionan la idoneidad del comportamiento ético de los más importantes free agents en este verano, resulta que el coste de tal expresión de sus derechos legales perjudica seriamente a la selección nacional. Más leña al fuego. Pero no pasa nada. A rey muerto, rey puesto. Si algo sobra en USA son jugadores talentosos de baloncesto. Y dispuestos a aprovechar la oportunidad que ignoran las grandes estrellas. Es bueno saber que el “Equipo B” que se está montando va a ser muy brillante… y sobretodo divertido de ver jugar. Está confirmada la disposición de Tyreke Evans, Lamar Odom, Amar’e Stoudemire, Stephen Curry, Chauncey Billups, Rudy Gay, David Lee, Derrick Rose y Rajon Rondo como teloneros. Nos falta la estrella del show: Kevin Durant.

Steph Curry, mi debilidad, rodilla en suelo. Al USA Team tan solo tras su maravilloso año rookie

Esta segunda versión de la redención (Redeem Team 2.0.) la formarán jugadores que seguro se lo toman muy en serio, cómo hicieron los de 2008. Pero exceptuando a Billups, son más jóvenes y van a hacer del juego algo mucho más rápido y colectivo. El potencial de estrella lo pone Durant, sabedor que, por si su peso y juego en los Thunder en esta última regular season y en los playoffs no fuera suficiente, está ante una oportunidad única de convertirse en la próxima gran estrella popular de la NBA. No se puede imaginar, tras la formidable (y merecidísima) extensión de su contrato con Oklahoma City, mayor reto para Durantula.

KD35: de máximo anotador a referente del equipo nacional

Con los jugadores de mayor nivel demostrando con su paso atrás que su compromiso todavía está lejos de su ego, les toca a la siguiente generación de estrellas de la Liga dar un paso al frente y demostrar lo que ya todos sabemos: son el futuro.


Aquel Verano Del ’92

12/04/2010

 

Hace unos días, la NBA anunció la promoción de 2010 para entrar en el Hall Of Fame. Este es un verdadero honor para los elegidos, en una sociedad la americana que, como todos sabemos, suele homenajear a los veteranos, fuera cual fuera su actividad. En lo que al baloncesto se refiere, el acto tiene lugar cada mes de Agosto en el Naismith Memorial Basketball Hall Of Fame, en Springfield (MA), cuyo nombre rinde tributo al inventor de nuestro amado deporte, el profesor de educación física canadiense, James Naismith.

La class of 2010 está compuesta esta vez por, entre otros: Jerry Buss (propietario de los Lakers desde 1979), o exjugadores/as como el malogrado Dennis Johnson, Karl Malone, Scottie Pippen o Cynthia Cooper. Pero sin duda, hay un miembro de la Promoción de este año que destaca con luz propia muy por encima de los demás: el equipo Olímpico de baloncesto masculino de Estados Unidos en los Juegos de Barcelona 1992. Hablando en plata, el Dream Team.

Irrepetible: 10 de los 12 jugadores son ya miembros del Hall Of Fame

Nunca está de más repetir lo que ya se ha dicho millones de veces: estamos ante el mejor equipo de todos los tiempos. No solo de baloncesto, sino de cualquier deporte. Nunca se van a volver a reunir un grupo de jugadores de la talla de estos, jamás.

Hasta entonces, en los Juegos Olímpicos, a Estados Unidos le solía bastar con llevar a los mejores amateurs (universitarios) del momento para lograr la medalla de oro, e incluso a veces, no todos los mejores. Barcelona debe estarle eternamente agradecido a Alexander Gomelsky, padre del baloncesto soviético y (curiosamente) también miembro del Hall Of Fame de la NBA, que, como entrenador de la URSS en los Juegos Olímpicos de Seoul’88, derrotó en aquellas semifinales a USA (82 – 76) provocando un punto de inflexión inaudito hasta entonces en el baloncesto nacional norteamericano.

Los míticos (algunos de ellos, primeros europeos en cruzar el charco a finales de los ’80 y destacar en la NBA) Volkov, Tikhonenko, Kurtinaitis, Sabonis o Marciulonis dejaron a USA “solo” con la medalla de bronce. Ahí debe situarse, en realidad, el nacimiento del Dream Team.

Estados Unidos dijo basta y perjuró que nunca más sucedería algo así seleccionando para los Juegos de Barcelona’92, por primera vez, a las 11 más brillantes estrellas de la Liga, más Christian Laettner que, como representante del baloncesto universitario (Duke) por aquel entonces, simplemente estuvo en el lugar adecuado en el momento justo, en detrimento de Shaquille O’Neal, todo sea dicho de paso. Eligió además a Chuck Daly (entrenador, por entonces, de los victoriosos Bad Boys que ganaron desde la defensa y la agresividad dos anillos pocos años antes) como entrenador, garantizando así que el trabajo sería al menos muy parecido al talento.

Viajar con el Dream Team era como ir con 12 estrellas del rock todo el día; como si fueras con Elvis y los Beatles juntos”… declaro Daly volviendo de Barcelona. Dentro de la cancha, solo un dato: 8 partidos y 8 victorias durante los Juegos Olímpicos, con una media de (sigo asombrado) 44 puntos de diferencia con sus rivales, incluyendo también la final ante la digna Croacia recién nacida de Petrovic, Kukoc, Perasovic, Radja, Tabak y Vrankovic; a la destrozó (117 – 85) sin despeinarse.

“Magic” Johnson y Michael Jordan, con sus medallas de oro de Barcelona’92

Nunca nadie relacionado de la forma que sea con el deporte podrá olvidar, no solo lo que el Dream Team demostró en la cancha, sino sobretodo, las sensaciones que transmitió a todo el mundo fuera de ella. Y si tienes 14 años, te acabas de iniciar en el universo NBA, vienen a tu ciudad y además, asistes en directo a la final olímpica (Jack Nicholson incluido)… te marca para siempre.