Máximo Esplendor En Las Mayores Ciudades NBA

03/02/2011

 

Hace hoy justo una semana, en las afueras del Madison Square Garden y a pesar de los centímetros de nieve que llevan acumulándose en las últimas semanas, este centro de energía urbana que es la ciudad de New York rebosaba entusiasmo.

Más arriba, siguiendo en la 7ª Avenida, las luces de Times Square enviaban incesantemente flashes de neón reflejados sobre los montones de nieve fangosa que invaden las aceras. El frío llena los taxis y abarrota los bares de la ciudad con seres de lo más interesantes. Los amantes, como los turistas, disfrutan de una ciudad única, mientras los más poderosos los adelantan a toda velocidad con coches de alta gama.

Hace hoy justo una semana, pero ya dentro del Madison Square Garden, los Knicks recibían a los Heat y evidenciaban que, por fin, lo que pasa dentro del MSG es más interesante que lo mucho y muy variado que puede pasar fuera.

Spike Lee siempre estuvo, pero ahora llegan muchos más al MSG

Por primera vez en mucho, mucho tiempo, el deporte del baloncesto profesional americano está arriba del todo, en la cresta de la ola. Desde New York a Boston o Miami. Desde Chicago a Los Angeles o Dallas. Las ciudades más importantes de Estados Unidos, todas, tienen ahora grandes equipos de baloncesto. Puede que la NBA se encuentre en su máximo esplendor.

Heat, Celtics y Lakers son claros aspirantes al anillo. Bulls y Mavericks si no lo son, están muy cerca. Y hasta los Nets, con su próximo traslado a Brooklyn (otro gran mercado potencial), tienen como propietario a un ruso multibillonario que, como poco, les hace ser bastante más interesantes de lo que lo han sido en los últimos años. O incluso los Clippers (ubicados en L.A.) son ahora una fuente continua de interés y debate sobre nueva relevancia, gracias a lo que llega a generar Blake Griffin sobretodo dentro de la pista. Así que, de repente en esta temporada, las ciudades más grandes y más importantes de Estados Unidos dejan huellas sobre las que vale tomar buena nota.

Imposible un pie de foto a la altura de esta imagen de anoche

Es el año pues en el que la marea NBA está más alta que nunca. El interés por el Big Three de Miami ha hecho brotar nuevos aires de renacimiento en la Liga, el share televisivo no deja de subir, los agentes sienten la esperanza de sacar buena tajada de ello…. así que si la propia NBA y el Sindicato de Jugadores consiguen evitar la huelga al terminar esta temporada, el baloncesto como deporte profesional americano puede obtener una posición dentro de la cultura norteamericana a la que no se llega desde el auge de la figura de un tal Michael Jordan.

Tomemos ahora en consideración un dato: Knicks, Heat, Bulls, Lakers, Celtics y Mavs nunca han tenido records positivos en el balance victorias / derrotas en una misma temporada. Nunca.

Nunca… hasta ahora.

Los Knicks llevaban 9 temporadas perdedoras consecutivas, en las que promediaron tan solo 31 victorias de media por año. Casi una década en la que uno de los equipos más legendarios del país, en una de las pistas también más legendarias y dentro del mercado potencial más grande, era poco más que irrelevante. Los Bulls fueron tropezando durante los 12 años siguientes a la retirada de His Airness, con solo dos temporadas ganadoras. Ahora Derrick Rose, Carlos Boozer y Joakim Noah están cambiando esa dinámica. Tras el adiós al baloncesto profesional de Larry Bird en 1992, los Celtics tuvieron 15 años de mediocridad hasta su resurrección en 2007, siendo de nuevo esta temporada el equipo a batir en el Este.

Con Rose, los Bulls y Chicago tienen estrella para muchos años

Esta tendencia ya convertida en realidad en los equipos de las principales ciudades del país apunta a nuevos posibles cambios, pues el talento demanda mejores condiciones, así que ya notamos como algunos jugadores importantes en franquicias de mercados medianos / pequeños, reclaman cuotas de protagonismo acorde con sus aptitudes baloncestísticas: Carlos Boozer dejó Salt Lake City por Chicago este verano, un par de Big Three’s fueron para grandes ciudades en 2007 y 2010 respectivamente, Carmelo Anthony está pidiendo a gritos jugar en New York a partir del año que viene, Chris Paul lleva suplicando una salida de New Orleans desde el pasado mes de Julio y hasta últimamente se habla ya con fuerza de la voluntad de Dwight Howard de abandonar Orlando para vestir de oro y púrpura en Los Angeles.

Valga el ejemplo de Miami para enfatizar la relevancia del entorno urbano y el potencial de las ciudades que acogen a nuevo talento. ¿Hubieran James, Bosh y Wade decidido jugar juntos en busca del anillo de forma inmediata en ciudades como Portland, Charlotte, Sacramento, Minneapolis, Milwaukee o Memphis?.

Seguro que no. Pero quizá sí en OKC con Kevin Durant

Y como en toda regla, hay excepción que la confirma. Nos vamos a Oklahoma City, ciudad pequeña, con mercado pequeño pero con aspiraciones muy, muy grandes. Con 31 – 17 en el balance victorias / derrotas, los Thunder son jóvenes, (muy) aptos y altamente peligrosos en los años que están por venir. Pero también han sido construidos gracias a una extraña confluencia de factores muy difícil de reproducir: draftear el talento y ser muy cuidadoso con el trato dado a su jugador-franquicia hasta conseguir que Kevin Durant prefiera vivir en esa parte del país, lejos del glamour y los focos de ciudades como New York o L.A.

Es muy loable, además de bueno para la NBA la existencia de pequeños mercados capaces de retener el talento… pero parece que cada vez será más difícil de ver.

En los próximos años cabe esperar que Dallas y San Antonio se hagan ya demasiado mayores; Miami mejorará su ya formidable equipo; Chicago seguirá progresando; los Clippers serán esperanzadores; los Knicks seguramente tendrán a Carmelo, los Nets seguirán poniendo dinero para aspirar a participar de la lucha y tanto los Celtics como los Lakers serán capaces de atraer nuevo y mayúsculo talento. Así que quizá solo Durant y sus Thunder serán el mejor baluarte ante la potencia de las grandes ciudades. Veremos.


Informe Para Accionistas

27/01/2011

 

Desde la distancia, la NBA parece un negocio redondo. Y quizá en su conjunto lo sea. Pero individualmente, franquicia a franquicia, y más en estos tiempos que corren, los números dejan en muchos casos de ser verdes e imparablemente se tiñen de rojo.

Como cada año por estas fechas, la revista Forbes avanza en su edición digital el informe realizado por Mike Ozanian sobre el valor económico y la salud financiera de las 30 franquicias NBA (http://blogs.forbes.com/mikeozanian/2011/01/26/the-nbas-most-valuable-teams-2/). Aquí van algunas de sus conclusiones más destacadas:

>> Los New York Knicks (655M$) sustituyen a Los Angeles Lakers (643M$) como la franquicia con más valor económico de la NBA, aumentando así en un 12% el importe respecto a la temporada anterior. ¿Causas? Amaré Stoudemire funciona a pleno rendimiento, en la pista y atrayendo a nuevos sponsors.

>> El precio medio estimado de las 30 franquicias de la Liga se sitúa en 369M$, un 1% más respecto al año pasado, pero un 2,6% por debajo a hace dos temporadas, cuando llegó a su pico máximo histórico.

>> The Decision de LeBron James tuvo un profundo e inmediato impacto en el valor de las franquicias implicadas. De 2009 a 2010, el valor de los Miami Heat aumentó un 17% (425M$, séptimo de la NBA), mientras que el de los Cleveland Cavaliers se desplomó un 26% (355M$, decimoquinto).

>> 17 de las 30 franquicias que La Liga posee pierden dinero.

>> Unos mercados demasiado pequeños (Minnesota, Sacramento, Indiana, Memphis, San Antonio…) y una mala situación todavía de la economía general también en Estados Unidos son las causas por las que los ingresos operativos (ganancias, antes de intereses, depreciaciones y amortizaciones) han disminuido un 22%, situándose a niveles de la temporada 2002-03.

>> Como respuesta a la difícil situación, David Stern pretende disminuir la parte del pastel de beneficios que se llevan los jugadores de un 57% a un 40%. Esa es una de las claves de la dura negociación por el próximo Convenio Colectivo.

(Fuente: Forbes.com)


NBA Al Rescate

11/12/2010

 

Ha pasado recientemente en la NHL (Phoenix Coyotes) y en la MLB (Texas Rangers). Desde el pasado lunes, también en la NBA. La Liga se ha gastado unos 300M$ (millón arriba, millón abajo, según la fuente) en la compra de una de sus franquicias, los New Orleans Hornets. Así que ahora el equipo de Louisiana es, a todos sus efectos, propiedad de la propia competición en la que juega, que espera poder venderla en breve a algún nuevo inversor y ya de paso, sacar algún rédito.

El análisis especulativo que de ello se pueda sacar quizá sea criticable, pero sin duda queda por detrás de lo loable de la decisión que David Stern ha tomado en pro de salvar a una de sus 30 franquicias del descalabro económico en el que estaba metida, desde el momento en que su antiguo propietario, George Shinn, se había declarado en quiebra y no podía asumir de ninguna manera las pérdidas que los Hornets llevan años generando.

Es evidente que a partir de ahora se abre un nuevo horizonte para los Hornets y quizá también para la ciudad de New Orleans (con un futuro nuevo propietario/a, la posibilidad de un cambio de ubicación en busca de un mercado más grande dentro del país resurge con mucha fuerza), pero a parte de poder controlar mejor los ya rojos números que New Orleans presenta y asumir las deudas existentes, con la compra de la franquicia por parte de la propia NBA se pretenden evitar situaciones como la ocurrida con los Charlotte Bobcats a finales del pasado mes de Marzo, cuando Michael Jordan pagó por la franquicia de North Carolina 275M$, exactamente 25M$ menos de lo que su antiguo propietario, Robert L. Johnson, pagó por ella en 2002. Stern considera que las franquicias no son saldos, aprende del error y rectifica. Y hace bien.

Una nueva era empieza para ¿New Orleans? Hornets. Mejor unidos

Pero en este nuevo escenario que se plantea para los New Orleans Hornets, es obligado hacerse algunas preguntas. Incómodas seguro, pero más que necesarias.

¿Se quedan o se van de New Orleans?: En la rueda de prensa que David Stern dio el pasado lunes al respecto, el Comisionado expresó la voluntad de que la compra represente la posibilidad de que la franquicia siga en Louisiana. Pero lo que no dijo Stern es que, ahora, los Hornets son esencialmente una franquicia en situación de agente libre. Y quien actualmente la posee (la NBA) o quien lo haga en un futuro no muy lejano (el próximo comprador/a), puede valorar que cambiarla de ubicación podría significar un importante aumento del valor de la misma. Más cuando el hecho de que, a día de hoy, los Hornets (14 – 8 es su balance) sean el 27º (de 30) equipo en cuanto a asistencia media en su pabellón (13.860 de media por partido esta temporada, cuando en el New Orleans Arena caben 18.000) no ayuda demasiado.

El discurso de la lucha por la permanencia de los Hornets en New Orleans es lícito y también muy bonito, pero cualquier gestor (presente o futuro) de una franquicia NBA sabe que justamente la posibilidad de mover a una franquicia (algo inviable en muchas de ellas) hacia otro lugar con un mercado (poblacional, mediático, financiero…) mayor, es lo que realmente hace atractiva y quizá única la compra de los Hornets. Sobretodo cuando el sentimentalismo de la comunidad de Louisiana queda reducido a tan solo 5 años, tiempo que llevan los Hornets en New Orleans.

New Orleans (NO), Louisiana (LA). Quizá acabe perdiendo el baloncesto, pero jamás perderá la música

¿Y dónde podrían ir?: Mirémoslo de este modo, si cualquier nuevo propietario/a está dispuesto a gastarse más de 300M$ en la compra de los Hornets entendiendo que, con ello, podrá recolocarla donde más le plazca, entonces quedarse en New Orleans es tan solo una de las diversas opciones existentes. En realidad, el número de ofertas que tuvo LeBron James de cambiar de equipo a partir del pasado 1 de Julio serán pocas al lado de las que tenga el nuevo propietario/a de la franquicia de ciudades dispuestas a recibir a los Hornets. Y James acabó cambiando de aires, a pesar de que sus ataduras con Cleveland y Ohio eran mucho mayores que las que los Hornets tienen con New Orleans y Louisiana. Al final esto es un negocio, no lo perdamos de vista.

Las candidatas a hospedar una franquicia NBA son conocidas desde hace tiempo por lo deseosas que están al respecto: Chicago, Seattle (¿alguien recuerda que el primer año de Kevin Durant en la NBA lo jugó con todavía el uniforme de los Sonics?), Anaheim, San José y Kansas City (dejo fuera la opción tantas veces rumoreada de Las Vegas por poco creíble). A nadie debe sorprender que se hable de Chicago, la única ciudad de entre las candidatas que ya cuenta con una franquicia. Chicago y, por extensión, Illinois, es el tercer mercado más grande de Estados Unidos. Y los dos que lo superan , New York y Los Angeles, cuentan ya con dos franquicias cada uno (técnicamente, en el caso de NY, será a partir de 2012, cuando los Nets dejen New Jersey para establecerse en Brooklyn). El proyecto para Chicago, de hecho, ya existe. Y habla de ubicar temporalmente a una segunda franquicia NBA en el Allstate Arena (al lado del aeropuerto internacional de O’Hare), mientras se le construye un nuevo y ultramoderno pabellón (al estilo del nuevo que tienen desde esta temporada los Orlando Magic o del O² de Londres) a las afueras de la Ciudad del Viento.

Durant en Seattle. Aunque misma franquicia, distinto nombre y ciudad

Y finalmente, ¿Quién los compra y qué sucede con Chris Paul?: De nuevo, ante las cámaras, el deseo de David Stern es encontrar inversión local. Luego, tras los aplausos y los flashes, uno se da cuenta que la NBA siempre ha tratado (la mayoría de veces lo ha conseguido) de gestionar de la forma más eficiente posible el enorme negocio que se trae entre manos, así que tampoco esta vez será distinto. Bajo ese punto de vista de la eficiencia en la gestión, dos son los objetivos que la venta de la franquicia por parte de la NBA a otro futuro propietario/a debe conseguir: primero y más importante, conseguir hacer aumentar el valor de la franquicia entre la compra (300M$ aprox.) y la venta. Y segundo, considerando la globalidad financiera que asola también al mundo del deporte, fomentar y estimular la inversión extranjera para poder conseguir el objetivo número uno. ¿Porqué los Hornets no pueden estar en manos de un magnate del petróleo de Oriente Medio o un billonario saudita, si los Nets ya lo están en las manos de un multimillonario ruso del sector del gas?. Las reuniones con posibles compradores/as, según David Stern, empiezan la semana que viene.

CP3, ante la disyuntiva de si continuar o no siendo un hornet

Respecto al jugador-franquicia, Chris Paul, al menos una cosa está clara: No será traspasado a ningún sitio, al menos mientras sea la NBA la propietaria de los Hornets. ¿O cómo entonces alguien podría comprar la franquicia a un precio superior a los 300M$?. Eso no significa que Paul acabe abandonándola. Un nuevo escenario como podría ser un nuevo (y riquísimo) propietario/a en un nuevo (mayor y muy atractivo) mercado, seguro atraería a Paul a continuar siendo un Hornet o cualquiera que sea el nombre del nuevo equipo. De no ser así, es bien sabido que el deseo de Paul, ya mucho antes de la compra de New Orleans por parte de la Liga, no es otro que el de salir al mercado de agentes libres. Seguro en el verano de 2012, quizá en el de 2011.


En Efectivo, Por Favor

09/11/2010

 

La formación del nuevo super-equipo de Miami ha sido sin duda la historia principal de la NBA en los últimos cuatro meses. Incluso para Dan Gilbert, propietario de los Cavs, que llamó egoísta a LeBron James, entre muchas otras infamias. Puede que James sea culpable de muchas cosas en la forma de anunciar su traspaso a los Heat, pero egoísmo no sería una de ellas. Tanto James, como sus dos amigos Wade y Bosh, renunciaron a una buena cantidad de dinero firmando por Miami debido al límite salarial. James y Bosh ingresarán 14,5M$ como salario para esta temporada, mientras que Wade se quedará en 14M$. Ninguno de ellos está entre los 20 jugadores que más cobran de la NBA.

El mejor pagado de la Liga este año, y por primera vez en su carrera, será Kobe Bryant (24,8M$), tras liderar a Los Angeles Lakers en la conquista de su quinto anillo desde que el escolta llegó a la NBA en 1996. Bryant hereda tal reconocimiento de Tracy McGrady, que el año pasado todavía recibía los emolumentos de la extensión de contrato de 63M$ que firmó hace tres años, a pesar de, en todo ese periodo, perderse el 60% de los partidos por lesiones varias. En las tres temporadas anteriores, el primero de este suculento ranking no era otro que Kevin Garnett.

Bryant firmó el pasado mes de Abril una extensión de su contrato por tres años más, a razón de 83,5M$, lo que le convertirá en el jugador mejor pagado hasta la temporada 2013-14, en la que ingresará 30,5M$, siendo el primer jugador que supera los 30M$ en una temporada desde que Michael Jordan lo hiciera en la 1997-98.

Tu sales el primero Kobe, y los demás detrás de ti

Pero se acerca la negociación de un nuevo convenio colectivo entre la Liga y los jugadores (verano de 2011), y en ella seguro que se librará una gran batalla entre lo que quieren los propietarios de las franquicias (reducir gastos mediante, entre otras cosas, decremento del límite salarial y, por tanto, de los ingresos medios de los jugadores) y lo que quieren los jugadores… con una posible huelga a la vista. Olvidan los primeros que a la situación actual se ha llegado, sobretodo, por la firma de docenas de mega-contratos promovidos por ellos mismos a jugadores que, después, no han producido ingresos ni rendimiento a la altura de lo firmado.

El problema principal es que los 10 jugadores mejor pagados de la Liga no son, ni por casualidad, los 10 mejores jugadores de la misma. Un dato: de los 10 jugadores que la temporada pasada fueron elegidos entre el primer y segundo mejor equipo de la NBA, solo hay uno entre los 10 mejores pagados. El de siempre: lleva el #24 y juega para los Lakers.

La primera gran sorpresa (decepción) nos la llevamos con el segundo jugador mejor pagado de la Liga, el forward de Orlando Magic Rashard Lewis. Lewis firmó en 2007 una extensión de su contrato con Orlando por seis temporadas a razón de 118M$, lo que le hará ganar este año 20,5 inmerecidos M$. La comparación entre su producción (14.0ppg y 4.5rpg el año pasado) y sus ingresos es devastadora; como lo es el hecho de ocupar Lewis el 48º lugar de entre los 71 power forwards que tiene la Liga, según el prestigioso y nada subjetivo rating de eficiencia que cada año elabora John Hollinger (ESPN). ¿Qué está pasando?

Lewis sale a más de un millón de $ por punto medio por partido

El #3 y #4 en la lista de mejor pagados este año lo ocupan dos veteranos de la NBA. Kevin Garnett y Tim Duncan ganarán en esta temporada 2010-11 18,8 y 18,7M$ respectivamente. Nadie duda que ambos están entre los mejores power forwards que jamás han jugado a esto (Duncan puede que sea el mejor de siempre), pero tampoco nadie puede negar que están agotando su carrera NBA al tiempo que sus entrenadores solo les ponen en pista un máximo de 30 minutos por partido porque sus cuerpos ya no dan para más.

¿Más sorpresas (indignaciones)? Michael Redd (18.3M$, quinto en la clasificación) y Yao Ming (17,7M$, noveno) jugaron entre los dos solo 12 partidos la temporada anterior. (Insisto, algo está pasando…). Pero es que Gilbert Arenas (octavo. De Juzgado de Guardia) solo ha jugado el 19% de los partidos de los Washington Wizards en las tres últimas temporadas. Sí, sí… Tres! Y no siempre por estar lesionado. Otros jugadores sobrevalorados que no responden en la pista ni a un tercio de sus salarios son Andrei Kirilenko (sexto. No salgo de mi asombro) o Zach Randolph (décimo).

Yao gana un salario acorde con lo que genera. Aunque sea en China

O sea, que Rashard Lewis es el segundo jugador mejor pagado de esta temporada en la NBA, Michael Redd el quinto, Andrei Kirilenko el sexto, Gilbert Arenas el octavo y Yao Ming el noveno… y LeBron James es un egoísta. Que baje Dan Gilbert y lo vea, por favor. Suerte que para poner orden a este despilfarro inmerecido de generosidad están los emolumentos que dan los patrocinadores. Mientras los contratos con las franquicias suelen firmarse antes de haber demostrado lo suficiente, las marcas no te firman si antes no has demostrado lo suficiente. Menos mal, un poco de justicia al fin.

En este sentido, el dúo James & Bryant no tiene rival. El primero ingresará más de 40M$ este año de sus contratos publicitarios con Nike, Coca-Cola, McDonald’s, State Farm o Upper Deck; mientras que el segundo se quedará cerca de los 50. Ningún otro jugador NBA ganará más de 30M$ este año en salario + contratos publicitarios. Lo que no aciertan los propietarios, que lo arreglen las marcas.

(Fuente: http://www.forbes.com)


Día D, Hora H

26/10/2010

 

Ante todo, muchas felicidades a todos. El día más esperado desde mediados de Junio por fin ha llegado. El tumultuoso verano de 2010 por fin ha pasado. Quizá sea Dick Bavetta (71 años) quien tenga el honor de lanzar el balón al aire en el tip-off del Celtics v Heat que abre la regular season en el TD Garden en menos de 10 horas. Qué más da. Lo que de verdad importa es que ya llegó lo que hace más de 4 meses venimos esperando: la competición.

Y lo hace con este plato fuerte de la Eastern Conference que la NBA ya se encarga de vendernos adecuadamente (piel de gallina incluida):

On October 26th, talk will become action. And the new march towards history will begin

No hay mass media norteamericano que en el día de hoy se resista a lanzar los principales vaticinios de lo que ésta regular season puede dar de sí. Y aunque lo mejor de las predicciones NBA de Octubre es que nadie se acuerda de ellas en Junio, no vamos a ser menos. Así que aquí va el forecast de lo que este foro cree que será la clasificación final de la temporada regular 2010-11, así como qué equipos jugarán las Finales y quién ganará el Larry O’Brien Trophy cuando el próximo verano llame ya a la puerta:

Western Conference playoff teams:

1.       Los Angeles Lakers

2.       Dallas Mavericks

3.       San Antonio Spurs

4.       Oklahoma City Thunder

5.       Portland Trail Blazers

6.       Utah Jazz

7.       Houston Rockets

8.       Denver Nuggets (o Memphis Grizzlies, de irse Anthony)

Western Conference finals:

            Lakers a Spurs

Eastern Conference playoff teams:

1.       Miami Heat

2.       Orlando Magic

3.       Boston Celtics

4.       Chicago Bulls

5.       Milwaukee Bucks

6.       Atlanta Hawks

7.       New York Knicks

8.       Detroit Pistons

Eastern Conference finals:

            Celtics a Heat

NBA Finals:

            Lakers a Celtics

Los Angeles Lakers solo han hecho que reforzarse (y reforzarse bien) desde que ganaron el anillo este 2010. De Boston Celtics, que ya les obligaron a llegar al Game 7 en las pasadas Finales, solo se puede decir que ahora son más grandes y más profundos. El camino de ambos será quizá más difícil que nunca, pero su talento y experiencia predominará. Por ejemplo sobre Miami Heat, que necesitará más tiempo juntos y algunas piezas complementarias más antes de empezar a ganar campeonatos. Ya en las Finales, la mayor profundidad interior (con un Andrew Bynum descansado y en plenas condiciones físicas) de Los Angeles sobre Boston dará el tercer anillo a Pau, el sexto a Kobe & Fisher, el decimosegundo a Phil Jackson e igualará a la franquicia angelina con los C’s en 17 títulos. Casi nada.

Mismo escenario + mismos protagonistas = mismo final

(Se aceptan discrepancias)


Os Echábamos De Menos!

25/10/2010

 

Era un jueves, 17 de Junio de 2010, cuando Los Angeles Lakers ganaron a Boston Celtics el Game 7 de las pasadas Finales de la NBA. 131 días después, mañana martes 26 de Octubre, los mismos Celtics abren la remporada, esta vez contra Miami Heat.

Cuánto os hemos echado de menos! Por haber podido esperar, pero sobretodo, por lo que está por llegar a partir de mañana, este es el regalo que la NBA tiene para nosotros:

The Best Images From The 2010 Playoffs


2011: El Realismo Que Está Por Venir

22/10/2010

 

Es de ser pesimista pensar en el lo malo que puede suceder dentro de un año, anteponiéndolo a lo bueno que está por llegar desde este próximo martes hasta mediados de Junio. Seguramente. Con la temporada 2010/11 a punto de comenzar, los problemas que traerá la 2011/12 se aprecian ya de lejos, en la distancia. Pero son tan grandes y de tan difícil solución, que tratar de poner blanco sobre negro resulta ser un acto más de realismo, de consciencia y de responsabilidad.

Al fin y al cabo, nada nuevo en los tiempos que corren. La NBA es sin duda la representación más clara de lo que es un negocio; con sus directores, sus jerarquías, sus trabajadores, sus clientes, sus proveedores, su gestión, sus pagos, sus cobros y como no, su resultado de explotación. Y esta gran empresa, como todas, quiere maximizar ingresos y reducir gastos para asentarse en el mercado en estos tiempos de incertidumbre en los que todavía hoy estamos. Así que mejorar la gestión y tomar decisiones que no siempre complacen a todos, es imprescindible para el continuo desarrollo óptimo de la sociedad.

El organigrama de esta gran compañía que es la NBA está bien claro: 30 franquicias al mismo rango, de las que responden sus respectivos propietarios. Y por encima de ellas, un único ente, el Comisionado, responsable último de la toma de decisiones que afectan a la Liga en su conjunto, sin entrar en lo que suceda en el interior de cada franquicia.

David Stern: cabeza visible y mandamás del negocio NBA desde 1984

Sucede este próximo verano de 2011 que vence el Convenio Colectivo (CBA, Collective Bargaining Agreement lo llaman allí) todavía en vigor esta temporada que en 4 días empieza. Así que llegará el momento de empezar a llegar a acuerdos de renovación de ciertos apartados del mismo, con la única objeción de que ésta vez, dada la situación general de crisis que en Estados Unidos llevan viviendo desde 2008 (entraron antes, saldrán antes también), gestores y trabajadores no se conforman con lo mismo. Unos quieren dar menos y los otros esperan recibir, como mínimo, lo mismo. Una cosa o la otra… estamos hablando de cientos de millones de dólares cada año.

Los propietarios de las 30 franquicias de la NBA responden en última instancia de la gestión deportiva sí, pero también económica de sus propiedades. Así que todos sin excepción (aunque como en todos los sectores, algunos destaquen más que otros) van de la mano junto con el Comisionado de la NBA, David Stern, en busca de grandes cambios a introducir en el nuevo CBA en vigor a partir del final de esta próxima temporada. Qué cambios? Cuánto de grandes? Bien, principalmente se podría resumir en dos aspectos: reducción del tope salarial que las plantillas de las franquicias pueden acumular y numerosas restricciones en los contratos de los jugadores.

El motivo, sobra decirlo, es la oportunidad de empezar a reducir gastos ante la imposibilidad de generar los ingresos suficientes como para que el resultado de explotación del negocio NBA sea satisfactorio. Un CBA, como acuerdo laboral que es entre trabajadores y gestores de una determinada empresa o un determinado sector, puede limitar lo que gastar pero, obviamente, no lo que ingresar. Y los resultados hechos ayer públicos por David Stern y su mano derecha, Adam Silver son los que son: 380 millones de $ de pérdidas para la temporada 2009-10; con un presupuesto previsto para la 2010-11 de otros 350 millones de $ más de gastos que de ingresos. Hay que empezar a tapar agujeros y reconstruir la nave, aunque por el camino quede mucho dolor e incomprensión.

Hay varias maneras de empezar a hacer este duro trabajo, pero ninguna parece satisfacer al Sindicato de Jugadores (sí claro, también lo hay). La que ayer Stern y Silver presentaron en New York habla de reducir las ganancias de los jugadores en un 38% anual, con lo que la Liga se ahorraría alrededor de cómo mínimo 750 millones de $ por año, de los 2,1 billones (con “b”) de $ que, según datos de la misma NBA, los jugadores ingresan en salarios y otros beneficios derivados de sus contratos cada temporada. La que ayer Stern y Silver no presentaron en New York pasaría por reducir el número de franquicias, aquellas que abarcan un mercado más pequeño, que no generan los ingresos suficientes, y que hacen perder dinero a la Liga año sí año también. Memphis, Minnesota, Milwaukee, Charlotte o hasta San Antonio. Como a principios de los años ’80, cuando la NBA contaba con 23 franquicias.

Billy Hunter: Director Ejecutivo del National Basketball Players Association (NBPA), el sindicato de los jugadores de la Liga

Ni una ni otra están lógicamente en sintonía con la voluntad de los trabajadores. Los jugadores. Por lo que la negociación más dura entre unos y otros en la historia de la Liga está por llegar, sino una huelga que haga explícita la fuerza de los jugadores en contra de las propuestas de reducción de gastos de los directores, como sucedió en la temporada 1998-99.

El escenario a medio plazo es pues de lo más preocupante, aunque a corto plazo (en la temporada que ahora empieza) tienen que llegar todavía grandes jugadas, asombrosos buzzer-beaters, enormes partidos y unos playoffs de lo más apasionantes. Where Amazing Happens hoy, Where Lockout Happens quizá mañana. Por el bien de nuestra salud, el médico nos recomienda centrarnos en lo que ocurra en la pista y dejar lo que puede ocurrir fuera de ella para más adelante. Será lo mejor.


Un Gran Tipo Grande

14/10/2010

 

Nike y Adidas polarizan el suministro de equipamiento deportivo en el deporte profesional. En cualquier evento, en todo el mundo, sea cual sea la disciplina. Son polos opuestos que no tan solo se atraen, sino que incluso se necesitan.

En la NBA, unos (los de Oregon) deben por el momento centrarse en el patrocinio de los mejores jugadores, puesto que los otros (los alemanes) dieron un golpe de puño en la mesa al conseguir ser suministradores de las equipaciones oficiales de todas las franquicias (en la NBA, siguiendo con la idea del negocio como un «todo», las franquicias en estos temas no pueden desarrollarse por separado, lo hace la Liga en su conjunto).

Pero Adidas cuenta también con algunos (pocos) jugadores NBA imagen de la marca. Los dos más cotizados son Dwight Howard y Derrick Rose, así que deben ser correctamente explotados. Y como resulta que el center de los Orlando Magic es tan alto, tan fuerte… como cachondo; la marca alemana puede permitirse el lujo de grabar piezas como este insólito video musical:

Dwight Howard (feat. Slim Chin) «Fast Don’t Lie» Official Video


Competición v Entretenimiento

12/10/2010

 

Andrew Bynum y yo tenemos dos cosas en común: Ninguno de los dos estará preparado cuando pronto comience la regular season de la NBA, y a ninguno de los dos nos preocupa lo más mínimo.

Bynum, center de los Lakers y principal ausencia en su reciente visita a Barcelona, se está recuperando de su última operación de rodilla, pero la gran noticia aquí es que se tuvo que “preparar” para dicha operación. Y lo hizo yendo como espectador a la Copa del Mundo de fútbol en Suráfrica durante el pasado mes de Julio, para así entonces posponer la operación para cuando volviera.

El #17 de Los Angeles Lakers contaba a la ESPN no hace demasiados días que ésta última operación había resultado un problema mayor de lo que él esperaba. No cuela. Bynum debería ya asumir que su salud suele ser peor de lo que él mismo espera. Solo hay que ver que en las últimas tres temporadas (unas Finales y dos anillos), tan solo ha jugado 30, 50 y 65 partidos respectivamente. Cuando Bynum en un restaurante pide cualquier comida, debería esperar que se la sirvieran envenenada; y cuando después de comer se dispone a cruzar la calle, debería esperar romperse algún dedo del pie en el intento… De hecho, a nadie le hubiera sorprendido si después de esta última operación de rodilla los doctores hubieran declarado que le habían encontrado un omoplato fuera de lugar.

Una vez más, hablar con Bynum es preguntarle cuándo volverá

La decisión que Andrew Bynum tomó el pasado mes de Junio de, una vez terminadas las Finales, asistir a Sudáfrica durante dos semanas en vez de pasar por el quirófano de inmediato, es solo un grano de arena más en la enorme playa que es ya la evidencia de que la regular season de la NBA no significa mucho para nadie, en realidad. Cuando Shaquille O’Neal jugó en los mismos Lakers, hizo exactamente lo mismo: aplazar una operación en el pie hasta que se hubiera asegurado disfrutar del verano como es debido. Dijo Shaq entonces que se había lesionado estando de vacaciones y que por tanto iba a recuperarse estando de vacaciones.

Nos encanta el baloncesto y por supuesto nunca seremos dudosos de lo contrario. Y no solo el juego, que de por sí es visceralmente emocionante, sino que nos encanta la NBA. Todos sabemos lo que es esta Liga y lo aceptamos de muy buen grado: competición empaquetada y presentada en forma de entretenimiento. Pero no seamos tan necios de no saber apreciar la diferencia. En la NBA todos debemos entender que la regular season trata sobre todo de entretenimiento, dejando la verdadera competición para los playoffs.

Show Business. No solo la regular season debe ser rentabilizada, también la propia pretemporda. Y actos como el NBA Outdoors (aquí en su 3º edición, el pasado sábado, Suns v Mavs en Indian Wells, CA) siempre lo consiguen

Cada año, por abajo, equipos a los que las cosas no han salido como se esperaban en temporada regular, dejan llevarse por la aceptada acumulación de derrotas para poder llegar a obtener más altos draft picks. Y eso sucede en la NBA más que en cualquier otro deporte profesional americano, porque la recompensa de ello es mucho mayor debido a que, también en la NBA más que en cualquier otro deporte, las más altas elecciones de Draft tienen un ratio de éxito en la Liga más elevado. Y por arriba, equipos a los que las cosas sí han salido como se esperaban en temporada regular, saben que la diferencia entre ganar, pongamos, 54 o 60 partidos no es ni mucho menos tan importante como llegar a los playoffs sin jugadores demasiado tocados.

La falta de importancia de la regular season es, además, un conocimiento que se retroalimenta. Los jugadores no se la toman del todo en serio porque saben que al final no importa demasiado, con lo que la propia importancia de la misma decrece. Los jugadores dominantes, especialmente aquellos que ya han ganado algún campeonato, admiten todos que algunos partidos de temporada regular son mucho más importantes que otros.  Cuando los Celtics, por ejemplo, se enfrentan a los Bobcats, los verdes van a querer ganar (solo faltaría), pero también querrán salir del partido sin lesionados. En cambio, cuando los C’s jueguen contra los Heat lo que querrán por encima de todo es ver cómo se emparejan, pensando en posibles situaciones de post-temporada. El nivel de intensidad será completamente distinto.

Andrew Bynum se equivocó en aplazar su enésima operación de rodilla este verano, pero acertó en pensar que podía escaparse de ello. Pensémoslo durante un momento: toda la repercusión mediática que nos da la regular season trata de historias. Existe mucha más intriga sobre dónde va a enviar Denver a Carmelo Anthony o New Orleans a Chris Paul que no sobre quien termina la temporada regular con el mayor record de victorias.

El equipo que mayor intriga despierta en la Liga este año son, sí, los Miami Heat. Y por supuesto que la gente se pregunta si LeBron James, Dwayne Wade, Chris Bosh y dos jugadores más pueden llegar a ganar 70 partidos de temporada regular. Pero la verdadera historia sobre los Heat, por ahora, trata más de entretenimiento que de competición: Se llevarán bien entre ellos?, Sabrán compartir el balón?, Es el equipo de Wade o el equipo de James?,… Qué pasará cuando LeBron vuelva a Cleveland? (Qué pregunta… los fans de los Cavs estarán furiosos y Miami se llevará la victoria).

Heat: Ya llegará el momento de competir. Por ahora, toca entretenerse

Cuando llegue Abril será absolutamente fascinante ver si los Heat pueden ganar el anillo. Mientras tanto, no se trata tanto de cómo compiten si no de cómo entretienen. Así que sentémonos, relajémonos y disfrutemos. Como ya lo hace Andrew Bynum.


Empieza Una Nueva Era En La NBA

28/09/2010

 

Normalmente, a estas alturas del año, son la NFL y la MLB las que captan toda la atención de los medios norteamericanos. Una ya ha empezado y la otra está a punto de definir sus playoffs. En la NBA, hasta ahora, lo máximo que se podía obtener a mediados de Septiembre / inicios de Octubre eran declaraciones de los jugadores (bien, ahora vía tweets) del estilo “muy buen entrenamiento” o “comiendo con los compañeros”.

Este año ya no. No en la nueva NBA que tenemos desde este verano, donde los movimientos de los jugadores lo han cambiado todo. Las secuelas del “terremoto” iniciado en Julio continuarán este otoño. De hecho, los efectos se notan cada día, más ahora que las franquicias ya se han presentado ante la prensa e inician los training camps.

Podemos ir a Denver, donde Carmelo Anthony dijo ayer ante los medios de Colorado todo lo que éstos querían escuchar mientras sus agentes tratan de desvincularlo de los Nuggets como sea, pero cuanto antes. Podemos ir a Portland, donde Rudy Fernández acaba de pedir abiertamente a su equipo que le permita volver a Europa (o al menos que le traspase a una ciudad con vuelos directos a Barcelona, aunque eso no lo ha dicho). O podemos ir a Miami, donde los tres protagonistas y principales responsables del cambio en la balanza de poderes de la Liga aparecieron vestidos con su nuevo uniforme y en actitud desafiante, deseosos de demostrar que toda la gente que les critica está equivocada.

Hipocresía en Denver y sinceridad (aunque tardía) en Portland

La NBA jamás volverá a ser lo mismo tras el “Verano de LeBron”, que nos ha dado, nos da y nos dará mucho más que la simple voluntad de una megaestrella de cambiar de aires. Para empezar, la abundancia en los movimientos de los agentes libres de este 2010 ya ha resultado en las mayores ventas de entradas NBA registradas en un verano en toda la historia de la Liga. Ya no importa si uno está de acuerdo o no en la decisión de James, Wade y Bosh de unir sus fuerzas en South Beach. Lo que toca ahora es reconocer que este ha sido un punto de inflexión en la Liga como no se recuerda ningún otro. Un hito.

El resultado de The Decision, a parte del efecto dominó que se ha sentido desde Los Angeles a Nueva York, pasando por Chicago y tantas otras ciudades NBA, es que la Liga nunca había estado de forma tan consistente en la consciencia de los medios de comunicación americanos en toda la era post-Jordan. Se resume toda esta realidad de forma perfecta con el tweet que un periodista del Wall Street Journal (el periódico de temática económica más importante del mundo) colgó ayer lunes desde Denver: “Nunca pensé que viviría en un mundo en el que la aparición de Melo ante los medios valdría la pena informativamente”. Así es ahora. Bienvenidos al potente latido NBA, Wall Street Journal.

El impacto de una imagen como ésta va más allá de lo deportivo

El ruido no lo genera Miami solamente, ni se limita a los grandes mercados mediáticos en Estados Unidos. Pero no cabe duda de que, para placer máximo de David Stern, las mayores ciudades americanas (las que acumulan mejores ratings en TV y tienen más cobertura informativa) son ahora también las que mayores tertulias de baloncesto generan. Y esto es algo que no sucedía hacía muchos, muchos años.

Con un roster joven y atlético, construido alrededor de la superestrella Amar’e Stoudemire, los Knicks vuelven a ser relevantes. Quizá todavía no como para quitar a los Yankees de las portadas deportivas de New York pero tiempo al tiempo. Cruzando el río Hudson, los Nets están a punto de convertir el sueño de su multibillonario propietario ruso de quitar la supremacía del baloncesto al Madison Square Garden en realidad, con un esfuerzo encomiable por traerse a Carmelo Anthony al equipo. Los Celtics son todavía los Celtics, más Shaq. Los Lakers son todavía los Lakers, pero con un Kobe todavía más hambriento y deseoso de confrontar a los Heat. Orlando? Los Magic tienen un nuevo pabellón, un roster familiar y un entrenador que puede con todo.

Más… Lo que la Central Division ha perdido con Cleveland lo ha ganado con Chicago. Los Bulls no han fichado a LeBron o a Wade, pero deben ser uno de los cinco mejores equipo del Este con Boozer, Rose, Noah y Deng (cabe no olvidar que los entrenadores, como los agentes libres, también pueden cambiar de aires, y los Bulls tienen en este aspecto al “anti-LeBron” en la figura de Tom Thibodeau).

«Hey Bron, soy Carlos… Vaya la que se está montando este año!«

En cuanto a las esperanzas de los pequeños mercados mediáticos, todo el mundo confía en Kevin Durant y sus Thunder. Oklahoma estuvo a punto de eliminar a los Lakers en la primera ronda de los pasado playoffs, y eso fue antes que Durant se posicionara por méritos propios al nivel de tratamiento mediático que siempre ha sido coto reservado para tipos como Kobe o LeBron. Es curioso, la joven estrella más dotada para el baloncesto tuvo que salir de Oklahoma para alcanzar el reconocimiento que merece. Pero no hizo falta que fuera a New York, Chicago o Miami… bastó con Estambul, de donde volvió con la medalla de oro para el Team USA. Y no discriminamos por edad, en absoluto. Los Spurs (que igualmente no son tan viejos como a la gente le gusta destacar) mantienen intacto su Big Three para un intento de anillo más, solo que han añadido un complemento desde Brasil que les aportará seguramente incluso más de lo que ellos mismos esperan.

Qué significa todo esto? Pues que la NBA ha dado más que hablar en estos últimos tres meses fuera de la pista que en toda la era post-Jordan dentro de ella. Aquel tiro de Michael Jordan sobre Byron Russell en el Delta Center de Salt Lake City en el Game 6 de las Finales de 1998 a 5,2 segundos del final del partido y que puso el 86 – 87 definitivo que dio que sexto anillo a los Chicago Bulls, fue el fin de una era en la NBA y el principio de otra. Lo mismo ha sucedido este pasado mes de Julio cuando LeBron James tomó la decisión de unirse a Bosh y Wade en Miami Heat, con todas las consecuencias que han ocurrido (y siguen ocurriendo) después.

Son amigos, ya compañeros… y también han cambiado la Liga

Aún así, a pesar de todo lo que veamos, oigamos o leamos en los próximos 29 días que faltan hasta que empiece oficialmente la regular season, no se trata solo de Miami. Se trata de un cambio de paradigma, del aumento de protagonismo de una liga. 2010 es el principio.