En la colección de entrenadores que estrenan cargo esta próxima temporada hay un poco de todo: antiguos coaches que empiezan de nuevo en otra franquicia, asistentes durante mucho tiempo que por fin tienen la oportunidad que siempre han estado esperando y hasta una figura “popular” a la que sentarse cada noche al borde de la pista para hacer análisis tras un micrófono se le quedaba pequeño.
Tras la última y sorprendente salida en los Warriors del entrenador con mayor número de victorias en la historia de la NBA (Don Nelson), son ocho las franquicias que ya han empezado el training camp con un nuevo head coach. En teoría, esto significa que ocho equipos empezarán la temporada con una nueva actitud y una distinta manera de acercarse a los sistemas de juego. Desde el más joven, Monty Williams (39), al más experimentado, Doug Collins (59), todos se enfrentan a un buen surtido de nuevos retos para sus franquicias:
Doug Collins, Sixers: Ya han pasado más de 7 años desde su extravagante retorno como parte del proyecto de vuelta a las pistas de baloncesto de Michael Jordan en los Wizards. Aquello fue un fracaso, no nos engañemos, y uno duda que en esta nueva etapa y a estas alturas de la carrera de Collins, éste pueda cambiar algo de lo que sus equipos siempre suelen ofrecer: balances de victorias intermitentes que van apagándose a medida que pasan los meses de regular season. Cualquier otra cosa sería una sorpresa, más considerando cómo están las cosas este año en el Este. Collins insiste en que ha madurado y que en su cabeza solo está poner a la franquicia en la que como jugador él mismo fue All-Star cuatro veces en el camino correcto. Tiene un roster lleno de joven talento que seguro se beneficiará del amplio conocimiento del juego que Collins atesora. Otra cosa es que solo con esto se puedan conseguir resultados notables. Si, por lo menos, Collins consigue conectar emocionalmente con sus nuevos jugadores, los Sixers serán divertidos de ver.
Collins fue elegido #1 del Draft de 1973 precisamente por los Sixers
Vinny Del Negro, Clippers: Al final, todo fueron críticas tras su paso por los Bulls. Todos esos críticos, sin embargo, deberían reconocer que Chicago jugaba duro con Del Negro, aunque falto de estrategias. Todo el desarrollo que consiguió sacar de Derrick Rose y Joakim Noah fue el que le faltó para poder hacer crecer a jugadores como Kirk Hinrich, Luol Deng o Tyrus Thomas. Lo malo de la etapa que ahora empieza Del Negro en Los Angeles es que justo lo que necesita la franquicia de L.A. (autoridad) no coincide con lo que ofrece el carácter más bien desenfadado y afable de su nuevo coach. Será capaz Del Negro de sujetar las riendas de un veterano como Baron Davis para que éste no acabe corriendo como pollo sin cabeza por la pista, al mismo tiempo que trate de sacar lo máximo de talentos jóvenes como Eric Gordon o Blake Griffin? Lo veremos. Al menos debe demostrar que la “otra” franquicia de Los Angeles no construye sus cimientos de cada inicio de temporada sobre pilares de barro, como suele.
Larry Drew, Hawks: Este cambio de entrenador en los Hawks es como aquella típica escena de los viejos westerns en la que el cowboy bueno cambia de caballo en medio de una persecución. No hay razón para pensar que Atlanta no siga galopando esta temporada hacia otro record de más de 50 victorias en regular season. En el cambio de Woodson a Drew, los Hawks no van a perder aquello que ya tienen como equipo ni va a haber ningún cambio significativo en la manera que tiene la franquicia de jugar. Simplemente, era el momento de un cambio en el banquillo después de haber sido barridos dos temporadas consecutivas en la segunda ronda de los playoffs. Larry Drew llevaba 14 temporadas como asistente preparándose para cuando este momento llegara, así que no estar preparado sí que sería una ingrata sorpresa.
Larry Drew quizá sea el que lo tenga más sencillo de los ocho nuevos
Byron Scott, Cavaliers: Todo cambió en la NBA aquel ya histórico 8 de Julio en el que la Decisión de LeBron James fue tomada. Y también en el trabajo que Byron Scott acababa de obtener como nuevo entrenador de los Cavs unos días antes. Pero una vez Bron fuera de Cleveland, puede que la medicina que suele administrar Scott a sus equipos sea la que cualquier doctor pudiera recomendar para una franquicia (y una ciudad/estado) tan desencantada como la de los Cavs, en su camino para generar entusiasmo, levantar la cabeza y mirar hacia adelante. Scott tiene un buen CV: después de aprender algo de cómo manejar el trato con estrellas NBA en su etapa como coach en New Jersey, el exjugador de los Lakers cogió a los Hornets, se puso a Chris Paul de su lado y dio en 2008 lo mejor que se ha visto en baloncesto en New Orleans. Por supuesto, aquí y ahora en Cleveland ya no hay estrellas, así que el reto no es otro que inculcar orgullo y sentido de rebeldía en todo su roster. Por supuesto que todos ponemos a día de hoy a los Cavs fuera de playoffs, pero hay que reconocer que Scott tiene esa actitud de camaradería con sus jugadores que, de propagarse, puede romper más de un pronóstico. Empieza el proceso de reconstrucción en Cleveland, dure lo que dure.
Avery Johnson, Nets: Cuando llegas a una franquicia después de una temporada con solo 12 victorias, la primera cosa que debes cambiar es la actitud. Y si hay algún entrenador con abundancia de ésta, ese es Avery Johnson, el “Pequeño General”. Johnson ha ido superando dudas y callando bocas en toda su carrera, primero como jugador y luego como entrenador. Campeón de la NBA con los Spurs, su carrera como entrenador comenzó con el gran éxito de llevar a los Mavericks hasta las Finales en 2006 (año en el que fue designado Entrenador del Año). Su conexión con Devin Harris está asegurada, pues ya lo dirigió sacándole el máximo rendimiento en sus años en Dallas; aunque se podría decir que el fuerte carácter de Johnson garantiza también enfrentamientos directos con algunos de sus jugadores por culpa de la intensidad que en cada gesto, en cada comentario y en cada acción pone el nuevo coach de New Jersey. Centro de atención de los nuevos Nets (a no ser que Carmelo Anthony me corrija), hará a la franquicia defender como nunca y, seguro, hacer que una temporada tan lamentable como la anterior no se repita bajo su responsabilidad.
Little General confía en Harris y López para liderar a los nuevos Nets
Keith Smart, Warriors: Don Nelson ya no entrena en la NBA. Una pena. ¿Significa esto que dejaremos de ver a Stephen Curry jugando a veces de falso center o a David Lee subir el balón en ocasiones puntuales? ¿El final de la era Nelson es también el final de alineaciones raras o el principio de la vuelta de los Golden State Warriors al planeta Tierra, en el que el equipo de Oackland pueda dejar de aspirar a entrar en playoffs tan solo una vez por década? Es difícil de decir a estas alturas si Smart está preparado para partir en una dirección distinta o si se trata de una versión 2.0 de Nellie. La realidad es que el bagaje de Smart se limita a un pírrico 9 – 31 en su época de interino en los Cavs en 2002 y a un 1 – 4 mientras reemplazó a Nelson con los Warriors la pasada temporada. Demasiadas cosas por demostrar en un equipo cuyas expectativas de su roster son mucho mayores que las presuntas capacidades de su nuevo head coach.
Tom Thibodeau, Bulls: Digamos que la llegada de Thibodeau a la NBA como entrenador es como si el genio saliera por fin del laboratorio para dar rienda suelta a sus inventos a ojos de todo el mundo. A ver, Thibodeau sabe de defensa y cómo entrenarla quizá más que cualquier otra persona en la Liga. Así que si es capaz de inculcarla en el ADN de Chicago, los Bulls puede que den el salto definitivo para estar al nivel de Miami, Boston o Orlando en lo más alto del Eastern este mismo año. Las dudas son por tanto si tendrá habilidad suficiente para hacer funcionar un ataque y, de forma menos significativa, si sabrá llevar bien la transición de estar en la sombra como asistente experto en sistemas defensivos en los Celtics a head coach en Chicago con todas las luces enfocándole. Tiene buena pinta la franquicia en manos de Thibodeau y con las importantes incorporaciones realizadas en la pista.
Gran expectación en Chicago (y en la NBA) ante el debut de Thibodeau
Monty Williams, Hornets: El más desconocido de los ocho nuevos jefes es quizá también el que tiene que enfrentarse al reto más inmediato y más difícil. Siendo moldeado como asistente de Popovich en San Antonio y de McMillan en Portland, nadie duda que los valores más fuertes de Williams están en la defensa. Pero seguro que de sus dos mentores también ha aprendido la belleza de la simplicidad y la importancia de valorar el talento de una plantilla. Williams ya ha declarado que su primera intención es poner el balón en manos de Chris Paul y convertir a los Hornets en un equipo esencialmente rápido, pero no a cambio de dejar de defender duro. Del resultado inmediato de estas bonitas intenciones dependerá el éxito de la franquicia y, con él, el final de las especulaciones sobre los deseos de Paul de marcharse a otro equipo al final de esta próxima temporada. No todo vale para contentar a un jugador-franquicia, y como ejemplo, sirva la decisión de desprenderse de Darren Collison, de la que los Hornets se arrepentirán muy pronto.