Martin Luther King Jr. Day ayer en Estados Unidos. Festivo nacional y 13 partidos NBA, lo que no está nada mal para ser un lunes. A uno le apetecería valorar la importante victoria (cara a lo que pueda suceder a partir de Abril) de Boston sobre Orlando. O el primer triple-doble en la carrera del aspirante a todo Derrick Rose (22-10-12). O incluso más la variedad de movimientos de pies, reversos y jumpers desde distintas distancias con los que Blake Griffin ha aplastado a los Pacers (47 puntos, 14 rebotes, 19 de 24 en TC y 9 de 11 en TL… y sin highlights), consolidándole como algo mucho mayor a un simple Rookie del Año. O hasta que este es el post nº300 colgado en este blog… Pero las urgencias van primero y los Hawks tienen un serio problema.
La mayoría de las noches está sentado en el banquillo en los momentos importantes, barbilla apoyada en la mano, esperando y deseando que llegue su momento, si es que algún día llega. Es Jeff Teague, pointguard suplente de Atlanta (11.7mpg), último intento de los Hawks de borrar su gran pecado. Seguro que habéis oído hablar de que una (muy) mala decisión en el Draft puede costarte un buen número de años. Bien, pues para los Hawks el número sube hasta seis.
Teague es eléctrico y tiene buena mano, pero no confían en él
Seis años. Ese es el tiempo que lleva Atlanta tratando de encontrar un base de nivel, desde que en 2005 la franquicia de los Hawks estudió todas las opciones de incorporación y determinó que no compensaba elegir en aquella primera ronda a Chris Paul, Deron Williams o hasta Raymond Felton.
Seis años. Ese es también el tiempo que los Hawks llevan intentando maquillar aquel enorme descuido que, a pesar de la poco posible evolución como jugador de Teague, seguirá siendo algo más que una terrible maldición.
Paul, muy por encima de Bibby. Pudo ser y no fue para Atlanta
Pero seamos justos. No es precisamente que los Hawks hayan estado barriendo los bajos subterráneos de la Conferencia Este desde entonces. De hecho, desde ese fatídico 2005, Atlanta ha estado mejorando año tras año su balance victorias / derrotas, consiguiendo llegar a los playoffs en las últimas tres temporadas. Este año, de nuevo, están en el camino de entre 45 y 52 victorias, y la cuarta post-temporada consecutiva parece un hecho. Se trata pues de un buen equipo. Pero no un gran equipo. No del nivel de Celtics, Heat, Magic o Bulls. Y el motivo de esa falta de grandeza cabe encontrarlo en esa infausta noche del Draft de 2005. La prisa por convertir una mala decisión en una buena consecuencia está costando demasiado.
Veamos las fichas de dominó que ya han caído en el camino: Atlanta utilizó la elección #2 de aquel Draft para elegir a Marvin Williams, que deslumbró en los entrenamientos que precedieron a aquella elección. Billy Knight, entonces GM de la franquicia de Georgia, pensó que Paul era demasiado bajito, al mismo tiempo que determinó que un Marvin era un mejor Williams que un Deron. Grave error. Más cuando hay que recordar que, por aquel entonces, los Hawks ya necesitaban desesperadamente a un base. En la temporada 2004-05 la lista de pointguards en el roster de Atlanta la formaban: Kenny Anderson, Tyronn Lue, Royal Ivey y Tony Delk; así que para tratar de racionalizar la tremenda omisión de Paul o D-Will, los Hawks eligieron en segunda ronda de aquel mismo Draft a Salim Stoudamire.
11.0ppg y 4.8rpg es la pobre aportación de Marvin Williams este año
¿Os suena?. A mí tampoco. Stoudamire estuvo tres años calentando el banquillo del Philips Arena y actualmente ya está fuera de la Liga. Un fracaso. En el siguiente verano (2006), los Hawks le dieron un gran contrato al entonces agente libre Speedy Claxton. Claxton tan solo empezó 31 partidos de titular con Atlanta. Dos fracasos. En el Draft de 2007 y buscando todavía un pointguard, Atlanta invirtió su elección #11 de la primera ronda de aquel Draft en Acie Law, dejando pasar la opción de elegir a, entre otros, Jared Dudley, Nick Young o Wilson Chandler. Law solo estuvo dos años en los Hawks. Tres fracasos. Llegó el verano de 2008 pero, aunque el método fue distinto, la búsqueda era la misma. Entonces Atlanta decidió intercambiar a un buen número de sus jugadores a cambio de, entre otros, Mike Bibby, actual base titular de la franquicia, y que llegó a los Hawks tras 11 años en la NBA. Aunque todavía productivo, ya entonces lejos de su mejor nivel. La idea era que Bibby aguantara en esa posición un par de temporadas, pero en Atlanta tuvieron que darle una extensión de tres años más (y 18M$) porque Law no rendía y seguía sin haber un heredero digno. Finalmente, en 2009, los Hawks draftearon a Teague en la posición #19 pero tras dos temporadas, Bibby sigue al mando (es ya el cuarto base titular más veterano de la Liga) y Teague apoyando la barbilla encima de su mano en el banquillo algo menos de 37 minutos por partido. Cuatro fracasos.
Camarero, la cuenta por favor. Dos primera rondas y una baja segunda ronda de Draft gastadas para encontrar un base que rinda, más un costoso contrato a Speedy Claxton, más la extensión de Bibby… todo para intentar salvar honrosamente el tremendo error de 2005. Por si fuera poco, Atlanta dio hace dos veranos a Marvin Williams (el jugador seleccionado en vez de los ahora All-Stars Chris Paul o Deron Williams) una inmerecida extensión de su contrato a razón de otros 40M$ más. Así pues, entre unas cosas y otras, los Hawks han tirado a la basura casi 90M$ (entre contratos a bases rookies, el contrato de Bibby, el de Claxton y el de Williams) simplemente por no elegir a Paul o D-Will en 2005 cuando lo que ya necesitaban era un base. No podemos más que imaginar al responsable financiero de la franquicia de Georgia tratando de saltar por la ventana, porque esto sería lo mínimo.
Bibby tuvo años buenos en Sacramento que jamás volverán
¿Y todo para qué?. Los Hawks siguen necesitando urgentemente un base, como demuestra el hecho que en muchas posesiones de los partidos de Atlanta (más, cuando más cerca del final del encuentro estamos) es Joe Johnson quien trata de buscar el aclarado arriba para acabar distribuyendo, tal y como haría un auténtico pointguard.
Chris Paul y Deron Williams. Deron Williams y Chris Paul. Ignorar como hizo Atlanta Hawks a dos bases-franquicia de este calibre no es lo mismo que elegir a Sam Bowie en lugar de Michael Jordan, como sucedió con Portland Trail Blazers en 1984. Ni mucho menos. Pero cuando llegue la primavera y los Hawks se metan en playoffs en el 5º puesto de la Conferencia Este, se verá entonces de nuevo algo que ya venía diagnosticando. Hace ya seis años.