Sorpresas Te Da La Vida

24/01/2011

 

El fútbol americano es el rey de los deportes en Estados Unidos (con el permiso del baseball). Así que cuando en un mismo domingo llegan las Finales de la Conferencia Nacional y la Conferencia Americana de la NFL, la NBA no es más que un postre de menú, sino menos. Un intrascendente Nuggets v Pacers que hace plantearnos que quizá, para el año que viene, mejor no programar partidos y así tampoco quedamos tan en ridículo. Cortesía deportiva lo llamaremos.

Buen momento entonces para recapitular, aprovechando que nos encontramos en mitad de curso. Hay cosas que ya han sucedido en esta primera parte de la regular season 2010-11 que todos esperábamos. No sé, James, Wade y Bosh no llevan un 41 – 0 en el balance victorias / derrotas. Los Lakers, mejor o peor, están y estarán ahí cuando llegue la primavera. Los Celtics, más si Garnett está bien físicamente, seguramente acabarán líderes del Este. Jerry Sloan mantiene un año más a los Jazz en la senda del triunfo. El Melo-drama no ha terminado todavía. Y Greg Oden y Yao Ming eran clara apuestas para que, pobres, les acabara sucediendo lo que les ha sucedido.

Pero no importa cuántas bolas de cristal usáramos allá por el mes de Octubre. Ha habido sorpresas tan importantes y que pocos esperaban que sucedieran, que ahora ya nos vemos obligados a preguntarnos qué es lo que va a suceder a partir de ahora. Aquí van quizá las más significativas:

Los Spurs han vuelto: Coach Popovich va a seguir diciendo que todavía hay cosas en defensa que deben mejorar, mientras Tim Duncan insiste en base a su experiencia que San Antonio todavía no ha demostrado nada. Pero cuando, superada la mitad de temporada, tu record es 37 – 7 significa que la ventana del anillo está abierta de par en par. Los ingredientes de este éxito son varios. Pongamos a un Manu Ginobili y un Tony Parker en perfecto estado de forma, un Richard Jefferson más cómodo en el sistema en esta su segunda temporada en Texas, y un Gregg Popovich manteniendo los minutos en pista de Duncan más bajos que nunca en previsión de lo que llega a partir de Abril. Ya no son, además, aquel equipo que aborrecía. Ahora, por el contrario, lleva el peso del ritmo del partido y lanzan cada vez que tienen oportunidad. ¿Otra sorpresa? El rendimiento del rookie (de 26 años) Gary Neal y su acierto desde más allá de la línea de tres.

Dos jugadores florecen en NY: No hay duda, es Amar’e Stoudemire el nombre que brilla con más fuerza entre las luces de Times Square por haber hecho todo lo que ha hecho, cumpliendo lo que prometió, y por poner de nuevo el nombre de los Knicks en el panorama NBA. Pero un par más de enormes razones por las que los Bockers estamos ganando más del 50% de los partidos deben encontrarse en el rendimiento de actores más que secundarios. Raymond Felton ya era un base sólido el año pasado, no en vano condujo a Charlotte a su primera presencia en playoffs. Pero ahora es ya un jugador de tanto peso en New York que, sin ir más lejos, puede ser el responsable directo de que los Knicks finalmente decidamos no pujar por Chris Paul. Ahí es nada. Landry Fields, en cambio, es algo más que un milagro. Un descubrimiento tan inesperado como crucial para entender el compromiso que los fans de los Knicks venimos exigiendo, a menudo, hasta ahora, sin resultado alguno. Recordar solo que fue elegido con el #39 del último Draft.

Brandon Roy (también) cae en Portland: Sorpresa ninguna cuando el nombre de Greg Oden sale en la lista de lesionados graves… otra vez. ¿Pero Roy?. El tres veces All-Star y piedra angular de la franquicia de Oregon no se opera una, sino las dos rodillas y dice adiós también a la temporada. Quizá haya ya llegado el momento de plantearse si los Blazers, nuevos contendientes al anillo según todos los entendidos desde hace algunos años, llegarán jamás ni tan a siquiera a empezar a acreditar tal vaticinio. Otra pregunta: ¿Qué hacemos ahora con la extensión de contrato a razón de 63M$ que teníamos lista para el #7 de Portland? Suerte tienen los Blazers del rendimiento que está demostrando cada noche LaMarcus Aldridge…

Blake Griffin es la sensación de la Liga: Sí, todos sabíamos que Griffin era la opción el año pasado, pero una lesión de rodilla lo truncó todo. Aplazó, mejor dicho. Sí, todos podíamos prever que un jugador como Griffin podía brillar incluso en los Clippers. Pero… en serio, que llegara a ser la atracción de todos los medios cada noche de partido supera cualquier expectativa. De hecho, la ESPN parece que tenga prohibido acabar un SportsCenter sin sacar la última highlight del precoz nuevo héroe de la NBA. Y con razón. Pero es que no son solo sus mates lo que hace que tu mandíbula caiga sobre la mesa cada vez que ves como la mete para abajo. Es también la forma como compite, como se mueve en la pista con y sin balón. Como crece. 22.8ppg y 12.9rpg es mucho más de lo que podíamos esperar. Una revelación.

All You Need Is Love: Si hay alguna referencia estadística que nos asombró en lo que va de regular season, sin duda se trata del 31 – 31 de Kevin Love del 12 de Noviembre ante, sí, los Knicks. Fue el primer partido de un jugador con más de 30 puntos y más de 30 rebotes desde que hace 28 años lo consiguiera Moses Malone. Quizá lo mejor sea que, desde entonces, Love no ha parado de cosechar grandes actuaciones; pues no solo lidera holgadamente la tabla de máximos reboteadores, sino que lleva la friolera de 28 partidos seguidos firmando doble-dobles.

Como en “casa” en ningún sitio: ¿Quién iba a imaginar que, tras perder Orlando las Finales de 2009 ante los Lakers, Hedo Turkoglu tuviera que buscar casa en Toronto primero, y en Phoenix después, antes de tener la oportunidad de volver a Orlando? El turco aportó poco en Canadá, pero todavía menos en Arizona. Pero, con Dwight Howard en medio dominándolo todo, Turkoglu se siente tan cómodo como si llevara cada noche un traje a medida. Y sus números así lo demuestran. De paso, los Magic vuelven a ser candidatos en serio a llevarse el título de la Eastern Conference. Gran intercambio el de Otis Thorpe.

Rip Hamilton, en la sombra: Parece mentira. ¿Quién lo hubiera adivinado en 2004 cuando Richard Hamilton, junto con Tayshaun Prince, Rasheed Wallace, Ben Wallace y Chauncey Billups, lograban para Detroit el último anillo?… Pero, ¿quién lo hubiera adivinado tan solo en este pasado mes de Octubre?. Rip Hamilton ya no es el mismo. Ahora anda alicaído, protesta a los árbitros hasta que le caen las técnicas, cuestiona los sistemas de su entrenador hasta que, en los últimos encuentros, se acaba sentando en el banquillo. Los Pistons buscan desesperadamente un intercambio que ponga los pies (y el talento) de Hamilton en otra franquicia, y así por fin pasar página.